Wayne Lineker, propietario del club O Beach Club de Sant Antoni, en Ibiza, se ha grabado llevando a cabo una práctica que ha despertado todo tipo de polémica.

Lineker sitúa a una serie de chicas en bañador al borde de una piscina con el objetivo de elegir a su cita para pasar la noche. De esta manera, el empresario examina a todas ellas con la mirada, mientras las va a arrojando al agua una por una hasta quedarse con la que será su cita.

Tras la difusión del vídeo, las redes no han tardado en criticar esta práctica y tacharla de "machista". Algunos han comparado incluso al propietario de la discoteca con Jeffrey Epstein, un millonario norteamericano que fue condenado por tráfico de menores y que falleció antes de que se celebrase el juicio.

Ante el aluvión de críticas, su socia Katie Salmon (una de las pocas que ha salido en su defensa) ha escrito en su cuenta de Instagram: "Todas somos mujeres independientes, y la mitad de las chicas tienen novio. Wayne es un bromista. No deis tanta importancia a lo que ves en las redes sociales”. Previamente había calificado de "broma" este ejercicio.