En 1995, Emma Thompson atravesaba el proceso de separación de su entonces marido, Kenneth Branagh. El mismo día en que el divorcio se formalizó, la actriz recibió una llamada que no esperaba. Al descolgar, escuchó: “Hola, soy Donald Trump”. Según contó, en un primer momento pensó que se trataba de una broma.

“¿En qué puedo ayudarle?”, respondió sorprendida. Fue entonces cuando el empresario estadounidense le lanzó una invitación: “Me encantaría que vinieras a alojarte en uno de mis hermosos hoteles. Quizás podríamos cenar”. Thompson, sin intención de aceptar, contestó con cortesía: “Qué amable. Muchas gracias. Te llamaré”.

En aquel entonces, Trump también estaba recién divorciado de Marla Maples, madre de su hija Tiffany.

Una anécdota de Emma Thompson que ha desvelado en Locarno

La actriz compartió esta historia durante el Festival de Cine de Locarno, en Suiza, donde fue reconocida con el Premio Leopard Club por su trayectoria. En tono distendido, bromeó sobre lo que podría haber ocurrido: “Podría haber tenido una cita con Donald Trump, y entonces tendría algo que contar”.

Thompson explicó que la llamada llegó mientras rodaba Primary Colors. La situación ha cobrado interés por las diferencias ideológicas entre ambos. Ella es una reconocida defensora del Partido Laborista británico, activista medioambiental y feminista, con campañas a favor de los derechos de refugiados, personas vulnerables y mujeres.

A lo largo de su carrera, Emma Thompson ha participado en películas como Love Actually, Cruella y varias entregas de Harry Potter. A sus premios Óscar, BAFTA, Globo de Oro y Emmy, se suma ahora este galardón suizo, recibido casi tres décadas después de aquel episodio telefónico que, según sus propias palabras y a modo de broma, “podría haber cambiado el curso de la historia estadounidense”.

Una voz crítica sobre la imagen de la mujer

No es la primera vez unas declaraciones de la actriz Emma Thompson dan la vuelta al mundo. La veterana intérprete también es conocida voz sobre temas que le importan. Por ejemplo, el pasado 2022 fueron muy sonadas sus reflexiones públicas sobre la presión que ejercen las redes sociales y la industria del entretenimiento sobre la imagen y el cuerpo femenino.

“A las mujeres nos han lavado el cerebro toda nuestra vida para odiar nuestros cuerpos”, afirmó en la Berlinale durante la presentación de Good Luck to You, Leo Grande, dirigida por Sophie Hyde. En este filme interpreta a una viuda de 55 años que contrata a un trabajador sexual para redescubrir su vida íntima.

La actriz explicó que, durante el rodaje, tuvo que enfrentarse a una escena en la que debía mirarse al espejo completamente desnuda, algo que le resultó muy difícil. “Yo no puedo pararme delante de un espejo así. Siempre hago algo, me giro... No puedo quedarme quieta. Pero ese es el problema: a las mujeres nos han lavado el cerebro para que odiemos nuestros cuerpos”, relató.

Añadió que la experiencia le llevó a reflexionar sobre los estereotipos y la falta de representación de cuerpos reales en pantalla. “Todo lo que nos rodea nos recuerda lo imperfectas que somos y que todo está mal en nosotras. Intenta ponerte frente a un espejo y no moverte. Solo aceptar y no juzgar... es lo más difícil que he tenido que hacer”, comentó.