A finales del 2017 llegó a nuestras consolas un título que revolucionó el mundo de los videojuegos. Fortnite lanzaba su modo ‘Battle Royale’ para las plataformas de PC, PS4 y Xbox. Desde ese momento, el videojuego llegó para dar un aire fresco a los jugadores que veían cómo sus sagas favoritas de otros títulos se estancaban consiguiendo de este modo millones de jugadores nuevos y convirtiéndolo en un éxito mundial.

Sus continuas actualizaciones y modos de juegos le situaron como uno de los títulos más jugados de toda la comunidad y a todo esto se le sumó la llegada del modo competitivo y las competiciones oficiales. Este videojuego ha servido como lanzadera para multitud de creadores de contenido, que vieron como en pocos días, sus cuentas crecían más y más y se situaban como referentes en este nuevo videojuego.

Con el paso del tiempo, Fortnite supo mantener el hype de los usuarios con sus actualizaciones semanales, pases de batalla y los eventos finales que reunían a millones de personas que esperaban con ansia cuál sería el siguiente evento y cómo afectaría este al mapa.

Las competiciones profesionales y los eventos presenciales con los creadores de contenido más relevantes del mundo consiguieron hacer que Fortnite se volviese imprescindible para los clubs de esports. Por este motivo, la mayoría de los equipos crearon nuevas divisiones para introducir un equipo en este juego. Los millones de dólares se convirtieron en un botín muy suculento tanto para los clubs como para los aficionados, consiguiendo que las competiciones contasen con decenas de miles de seguidores que observaban detenidamente a sus ídolos para imitar y aprender de sus movimientos para intentar replicarlos seguidamente en sus partidas.

Pero todo este ‘boom’ se ha visto frenado según una parte de la comunidad debido a los problemas que han surgido en un momento clave, según destacaban jugadores profesionales y creadores de contenido. La llegada del Capitulo 2 ponía fin al mítico mapa del juego, que se veía absorbido por el agujero negro.

 

El nuevo mapa que trajo consigo el segundo capitulo, ha destacado por muchas cosas positivas, como el hecho de poder nadar y añadir nuevas localizaciones más alejadas consiguiendo de este modo que los usuarios no se agrupasen siempre en las mismas localizaciones, pero el problema principal y que molestó a una gran parte de la comunidad fue la eliminación de los accesorios y objetos que permitían desplazarse rápido por el mapa o rotar rápidamente a otros lugares alejándose de la tormenta.

Epic Games comenzó en ese momento a cometer diferentes errores que no habían sucedido antes. Las continuas actualizaciones se vieron frenadas de raíz, pasando de ser semanales a mensuales, provocando de este modo que los errores se solucionasen, pero tras varias semanas y provocando el enfado de una gran parte de la comunidad. Los bugs en el juego se convirtieron en algo normal haciendo que los aficionados a este título estuviesen en desventaja.

A todo esto, se le debe sumar que, tras varios años, el juego ha sufrido una evolución muy importante provocando que el nivel de los jugadores aumente de forma exponencial y convirtiéndose en un arma de doble filo. Por un lado, que los jugadores mejoren su nivel favorece la creación de los sistemas competitivos y las competiciones oficiales, pero todo esto provoca que los usuarios que llegan nuevos al juego.

 

Por todos estos motivos, los jugadores de Fortnite se revelaron en las redes sociales haciendo del hastag #RIPFortnite una tendencia mundial en diferentes países. Los usuarios de Francia, Inglaterra, España, Estados Unidos y algunos países de América del Sur mostraban en Twitter los motivos por los que el juego había dejado de ser tan bueno y explicaban las causas de que muchos de ellos hubiesen dejado de jugar.

Entre todas las publicaciones, hemos podido observar que las opiniones son muy dispares y que cosas que no les gustan a unos, para otros jugadores son imprescindibles. Pero es importante destacar que la gran mayoría se quejaba de la falta de actualizaciones, los modos de juego que no son tan frecuentes como en temporadas anteriores y los continuos bugs o cambios de balance en las armar que provocan que el ‘meta’ cambie de forma constante y no deje a los usuarios practicar para llegar a su máximo nivel.