Business School acaba de publicar el estudio La Inversión Socialmente Responsable, dirigido por los profesores Francisco Isidro y Ricardo Zion, en el que se analizan los principios de Inversión Responsable, la fiscalidad como nuevo criterio ISR (Inversión Socialmente Responsable), la banca sostenible, los mercados de Bonos Verdes y la regulación ISR.

Los bonos verdes son títulos de crédito emitidos por instituciones públicas o privadas bajo el compromiso de invertir en un proyecto verde o sostenible. Este tipo de acciones aportan, entre otras, ventajas como las de presentar oportunidades de diversificación, diferenciación entre empresas del mismo sector, además de mejorar la imagen corporativa y la propia reputación.

Son bonos cuyos fondos se destinan exclusivamente a financiar o refinanciar, en parte o en su totalidad, proyectos verdes elegibles. Para otorgarles la calificación de ‘verdes´, los bonos deben cumplir con los Green Bond Principles (GBP) que promueven la integridad del mercado de este tipo de instrumentos a través de directrices que recomiendan transparencia, publicidad y elaboración de informes.

Tal y como indica el informe de EAE, los grandes inversores internacionales critican que las emisiones verdes tengan una remuneración menor solo por el hecho de tener la etiqueta verde, argumentando que el riesgo corporativo de repago permanece invariable. Sin embargo, el mercado ISR ha demostrado la idéntica capacidad y oportunidad que genera el mercado tradicional.

De este modo, este estudio confirma un salto generacional respecto a la inversión ISR (Inversión Socialmente Responsable), ya que la generación X, Y, Z apuestan por los fondos ISR en un 40%, 52%y 31%, respectivamente. En 2017, un 78% de los encuestados reconocía dar más importancia a la ISR y, de hecho, un 64% ha aumentado su cartera de ISR en los últimos cinco años, pero solo el 42% elige fondos ISR frente a otro tipo de fondos.

En este sentido, los autores del estudio argumentan que, a pesar de tener un tamaño discreto en relación al total, el mercado ISR no es una moda pasajera y cuenta con un recorrido potencial considerable.

Los inversores juegan un papel clave para que las empresas sean fiscalmente responsables y, por ende, también lo sean socialmente. El informe afirma que el inversor ya comienza a considerar la fiscalidad como otro criterio más de sus políticas de inversión sostenible y responsable.

Bonos verdes españoles

Respecto al mercado de los bonos verdes, dicho estudio señala que hasta mayo de 2018 ya se habían emitido 4.550 millones de Euros en España. De esa cifra subraya las primeras emisiones de bonos verdes de ACS y BBVA.

En este periodo de 2018 la cifra es similar a todo 2017, que fue de 5.000 millones. Esto supone un crecimiento aproximado de un 80%, si bien todavía está muy lejos de los más de 20.000 millones de euros que se colocaron en Francia durante el mismo periodo.

El mayor peso en la emisión de bonos se centró en compañías energéticas, entre las que destaca Iberdrola, que emitió bonos por valor de 2.750 millones de euros en 2017 y lidera el mercado con 7.200 millones de euros en financiación verde. La primera emisión la realizó en 2014 y desde entonces ha realizado otras seis.

Por su parte, Gas Natural lanzó una emisión por 800 millones de euros y Repsol pasó a ser la primera petrolera que optaba por los bonos verdes para financiarse con una colocación de 500 millones de euros.

Fuera del sector energético destaca Adif con la colocación de 600 millones de euros en 2017.En la Administración Pública destaca la Comunidad de Madrid que ha emitido700 millones de euros en bonos verdes.

En el resto del mundo

Y si en España este tipo de bonos todavía no ofrece grandes cifras, en el mercado global sucede todo lo contrario. Así en 2017 en ese ámbito los Bonos Verdes alcanzaron los 320.000 millones de dólares. El número de emisores también aumentó exponencialmente, alcanzando los 1.500. Estados Unidos, China y Francia concentraron el 56% de las nuevas emisiones que se realizaron en este ejercicio.

En 2018 el mercado global de bonos verdes ha continuado sus emisiones alcanzando hasta la fecha 51.100 millones de dólares, y se estima que se cerrará el año con un total de 250.000 millones de dólares americanos.

Sin embargo, según el estudio, algunos expertos ponen en duda esta cifra ya que el volumen emitido en los primeros meses de 2018 no es tan alto como se esperaba y se requiere de un empujón significativo si se quiere alcanzar el objetivo.