Después de muchos motivos, de demasiados ataques, de repetidos casos de incitación al odio, de mensajes de apoyo a terroristas a través del ciberespacio, por fin las autoridades comunitarias reaccionan, aunque sea quizás con demasiado retraso.

De este modo, la Comisión Europea (CE) trabaja en una proposición legislativa destinada a frenar la difusión de contenidos terroristas en internet, según han confirmado fuentes comunitarias.

La iniciativa, que se presentará oficialmente este otoño, forma parte de la ambición comunitaria de redoblar los esfuerzos contra el contenido que incite el odio y de carácter terrorista en línea, uno de los puntos acordados en la pasada sesión del Consejo Europeo del 28 de junio.

Citando al comisario europeo de Unión para la Seguridad, Julian King, el diario británico Financial Times ha publicado que la proposición se basará en, bajo pena de multa, obligar a los sitios web a eliminar contenidos extremistas de sus páginas en el plazo de una hora, presuntamente desde que las autoridades policiales y Europol hayan alertado sobre ellos.

Sugerencia a las compañías

Esta medida ya la sugirió la Comisión el pasado marzo a empresas como Facebook, Twitter o Youtube. Según un portavoz comunitario, se anunciarán más detalles sobre esta medida en septiembre.

 La CE considera que los contenidos terroristas son "particularmente dañinos en las primeras horas de su aparición en línea", por lo que "las empresas deberían como regla general eliminarlos en la hora desde haber sido señalados por las autoridades policiales y Europol".

De hecho, la CE ya alertó en marzo de que los contenidos ilegales en internet "siguen siendo un problema grave para la seguridad de los ciudadanos y empresas, dañando la confianza en la economía digital".

Y ello pese a que el código actual de combate contra los discursos de odio haya ayudado a que las empresas de internet eliminen cerca del 70% de los discursos ilegales notificados, en el plazo de 24 horas en más del 80% de los casos.

Este nuevo paso supone una ruptura con el "enfoque voluntario" defendido en marzo por King a favor de normativas que regulen la difusión de propaganda terrorista y otros contenidos ilegales.