España está en pleno proceso de preparación para la vuelta del turismo internacional, prevista a partir del mes de junio gracias al certificado  digital europeo. Tras el anuncio de Fernando Valdés, secretario de Estado de Turismo nacional, en la cumbre anual del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC), las perspectivas sobre la recuperación se han disparado.

La noticia se ha conocido apenas dos días después de la apertura al turismo de algunos de los países emisores principales como Estados Unidos. En la gran potencia americana, la población que ya está vacunada contra el coronavirus podrá viajar a los países de la Unión Europea este verano, una noticia más que positiva para el turismo nacional y, por ende, para la economía.

La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ya ha calificado el anuncio estadounidense como una “buena noticia”, destacando que estos turistas son de “alto valor añadido”.

La llegada de turistas internacionales a nuestro país a partir del mes de junio, en apenas un mes, será clave para avanzar en la recuperación, por la fuerte dependencia de la economía nacional de este sector. De hecho, el turismo y las industrias relacionadas con ello han sido los sectores más golpeados por la pandemia.

El secretario de Estado de Turismo, Fernando Valdés, ha asegurado que “no estamos como en el verano pasado” y recalca que la situación es “totalmente diferente”. Ante esto, se reafirma en que es el momento de ofrecer certidumbre a los turistas internacionales, ofreciendo una información correcta y la seguridad de que pueden viajar y después regresar a sus países sin restricciones.

Estandarizar el certificado digital europeo

Así, pide estandarizar el certificado digital europeo porque "si solamente lo utilizamos nosotros, pero a la vuelta a su país el viajero se encuentra con unas restricciones inciertas y que cambian de un día a otro, esto no va a ayudar para nada al turismo". Es decir, es necesario asegurar el viaje en el origen y el destino.

El certificado digital incluirá toda la información sanitaria relativa al coronavirus de los ciudadanos: si ha recibido la vacuna o no, el número de dosis puestas o incluso el lote del fármaco inoculado, información sobre los test a los que se ha sometido el pasajero o si ha superado el coronavirus.

Frente a algunas de las críticas más repetidas, la Comisión Europea ha reafirmado que este certificado no podrá utilizarse para discriminar a los turistas, sea el origen que sea, sino que "tiene por objeto facilitar la libre circulación dentro de la UE y la flexibilización de las restricciones actuales".

Los países miembros de la Unión Europea no podrán excluir a viajeros que no hayan recibido la vacuna, ya sea por no haber llegado su momento o por no haber querido, según el texto de la Comisión Europea. En el caso de negarse a recibir la vacuna, el viajero deberá presentar las pruebas que hasta ahora se pedían para viajar, por ejemplo, una PCR o un test de antígenos.

El certificado digital será totalmente gratuito, contará con un código QR para facilitar su lectura y se presentará tanto en el idioma del país de origen como en inglés. Igualmente, podrá presentarse en papel o en formato digital, con el teléfono móvil. La teoría está clara y parece que impulsará la recuperación del sector. Sin embargo, los viajeros no tienen tan claro qué ocurre en caso de cuarentena o cancelación.

¿Qué derechos tienen los viajeros en la vuelta del turismo?

Ante ello, las asociaciones de consumidores como Facua recuerdan los derechos que tienen los viajeros ante problemas derivados de la crisis del coronavirus, como estar en cuarentena o sufrir una cancelación del vuelo.

En el caso de que el consumidor no pueda volar por estar en cuarentena, ya sea por sufrir el coronavirus o haber estado en contacto con una persona estrecha, la aerolínea debe devolverle el dinero. Además, en el caso de que la propia compañía aérea cancele el vuelo por la pandemia, el viajero también debe recibir el dinero embolsado.

Las asociaciones de consumidores recomiendan que, aunque la aerolínea ofrezca un bono para volar, los viajeros deben rechazar esta opción y reclamar la devolución del billete. Ante esto, Facua también aconseja no contratar un seguro de cancelación ya que la legislación vigente recoge los derechos de los consumidores, ya sea en el estado de alarma o en las distintas fases de la desescalada.

Tampoco hay dudas sobre si el usuario ha comprado su billete de forma directa a la aerolínea o lo ha hecho a través de un intermediario. En este caso, si el vuelo se cancela por la pandemia, el usuario debe recibir el dinero, independientemente de la forma de contratarlo.

Además, Facua plantea un supuesto que dejaría en peor lugar incluso a las aerolíneas. En caso de que se anule el vuelo por otros motivos, como no vender suficientes billetes, deberá devolver el dinero al afectado, pero si avisa con menos de 15 días de antelación a la fecha del viaje, debería indemnizarle con hasta 300 euros.

¿Qué pasa con los bonos que caducan?

Otro de los problemas aparece ahora para aquellos viajeros que aceptaron un bono por parte de las aerolíneas para viajar más adelante, tras la suspensión y las cancelaciones de los vuelos. Unos bonos que habitualmente tienen fecha de caducidad y que, muchos de ellos, están próximos a acabarse, según afirma reclamador.es.

Ante esto, la directora legal, Almudena Velázquez, explica: “Las aerolíneas deben hacer el reembolso correspondiente por la cancelación de vuelo al pasajero cuyo bono caduque, si este decide no volar o el viaje carece de sentido ante las circunstancias actuales de pandemia y las restricciones de movilidad”.

La experta asegura que los bonos que se entregaron tenían en su mayoría una validez de 12 meses, “por lo que, a día de hoy, estos comienzan a expirar”. “La normativa es clara y es deber de la compañía aérea reembolsar el importe una vez cumplida la fecha de validez de los mismos, facilitar otros cambios o el uso en otras fechas por parte de los consumidores”, explica a los usuarios. 

De hecho, el 57,78% de los viajeros encuestados por la compañía en mayo de 2020 tenían muy clara su opción y preferían que las compañías aéreas les devolvieran el precio de su billete y no un bono para volar con ellas más adelante. Algo que parece que podrán hacer a partir del mes de junio con la apertura del turismo internacional.