En una conferencia para presentar el libro “Lo que hay que hacer con urgencia”, coordinado por el profesor Juan Velarde y en el que una treintena de economistas ligados a las tesis más liberales analizan las consecuencias de la crisis, Rajoy ha señalado que es necesaria una reforma laboral y de la negociación colectiva “diferentes de las aprobadas, porque estas no son las que precisa nuestra sociedad. Las empresas necesitan dotarse de mayor flexibilidad interna y tener un contrato único para poder funcionar”. El contrato único que reclaman los empresarios establece una indemnización por despido, sea cual sea la causa, de 20 días por año trabajado, frente a los 33 o 45 de la legislación actual.

También habló de bajar el impuesto de sociedades para favorecer a los emprendedores, aunque sin dar detalles.

Apoyo a España en "un día difícil"
Aunque intentó mandar un mensaje de respaldo a la economía española “en un día tan difícil como el de hoy”, afirmando que “España tiene futuro”, no escatimó críticas al Gobierno, al que acusó de haber puesto en práctica recetas que “no son más que fórmulas milagreras, demagogia ramplona y una especie de bálsamo de Fierabras” . También afirmó que hay que apostar por otra forma de gobernar que acabe “con las ocurrencias y el cortoplacismo” del actual Ejecutivo.

Plan a cuatro años
Rajoy, que estuvo arropado por personalidades de su partido como Federico Trillo, Ana Botella o Cristóbal Montoro, señaló que su objetivo es hacer un plan a cuatro años, que cuente con respaldo mayoritario en las Cortes, basado en seis pilares: creación de empleo y crecimiento económico, reforma del sector público, fortalecimiento de las instituciones, proyección externa de España y mantenimiento del Estado de Bienestar. Aquí sólo detalló su disposición a establecer en formación profesional un modelo dual, similar al alemán, donde los estudiantes trabajen al tiempo que estudian y cobren por ello.

Fórmulas para favorecer la inversión
Para favorecer la inversión, la confianza y el crédito, Rajoy señaló que es necesario el control del déficit público, y dio a entender que su objetivo sería que la ley de Estabilidad Presupuestaria impidiera el déficit. De paso acusó al Ejecutivo de haber cambiado la ley, aunque obvió decir que la norma varió para permitir el endeudamiento y financiar el desarrollo de infraestructuras.

Pacto en política energética
También habló de la necesidad de una política energética pactada (no hizo mención de lo nuclear ni de la negativa del PP a llegar a acuerdos con el PSOE en esta materia) y explicó a grandes trazos qué era lo que había que hacer en la reforma financiera. Afirmó que los requisitos de capital “se han hecho de forma insana” y que cualquier reforma debía haberse realizado primero estableciendo normas de transparencia, luego saneando a las firmas con problemas y, en tercer lugar, estableciendo los requerimientos de capital.