[[{"type":"media","view_mode":"media_large","fid":"36971","attributes":{"class":"media-image size-full wp-image-28984","typeof":"foaf:Image","style":"","width":"633","height":"300","alt":"Pisos en construcci\u00f3n \/ EFE"}}]] Pisos en construcción / EFE
La falta de datos unificados y exhaustivos sobre los desaucios en España ha dado pie a determinados medios conservadores a intentar restar trascendencia al problema. Se agarraban por ejemplo a que hasta ahora los principales datos empleados, los del Poder Judicial, no hacían distinciones entre si las hipotecas ejecutadas eran sobre primera o segunda vivienda, oficinas, garajes... Los intentos de minimizar los desahucios se producen además en paralelo al intento del grupo popular en el Congreso de desvirtuar la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para cambiar la ley hipotecaria española. Una ley hipotecaria que hasta la justicia europea reconoce como ilegal e injusta.
30.034 ejecuciones hipotecarias sobre primeras viviendas
Pero lamentablemente, la dimensión del problema ha sido confirmada por el Colegio de Registradores de la Propiedad, que el pasado mes de febrero pidió los a todas sus oficinas la información sobre ejecuciones hipotecarias durante el pasado año. Remitieron la información 934 oficinas, el 85% del total, con lo que la cifra final es algo mayor a la que ha sido difundida. El País recoge el triste balance: en 2012 los bancos se quedaron con 30.034 primeras viviendas por impago de los créditos, lo que da una media de 115 desahucios al día -excluyendo los días festivos-. En estos datos están excluidos garajes, trasteros, locales y naves: solo aluden a ejecuciones hipotecarias de viviendas.
Un dato sí queda en el aire
Al constatar únicamente el cambio de propiedad, la recopilación de los registradores refleja las viviendas que han pasado de los particulares a los bancos. Con lo que el único dato que queda en el aire es el número de los antiguos propietarios que habrían perdido la propiedad de su casa pero habrían llegado a un acuerdo con la entidad financiera para seguir viviendo de alquiler. Es decir, que no habrían sido desahuciados. El alquiler al antiguo propietario se está utilizando en ocasiones cuando se acepta la dación en pago, pero los datos de los registradores reflejan que solo en uno de cada cinco casos se acepta ese mecanismo. O lo que es lo mismo, cuatro de cada cinco personas que pierden su piso conservan la deuda con el banco.
Una práctica "selectiva" de los bancos
Los bancos aceptaron la dación en pago en 11.441 créditos sobre primera vivienda, por lo que el Colegio de Registradores apunta que "a pesar del escaso uso que parecen tener las daciones, que representaron en 2012 una quinta parte de las ejecuciones de hipoteca iniciadas, los datos demuestran que se utiliza continuadamente en la práctica bancaria habitual (representan el 36,5% de las adjudicaciones inscritas), aunque pueda ser planteada de forma más o menos selectiva según las distintas entidades financieras".
Al acercarse a esa selección de los bancos para aceptar la dación en pago, los datos de los registradores apuntan que el 61,25 por ciento se concedió a españoles, mientras que del 38,75 por ciento restante la mitad correspondía a ciudadanos de países sudamericanos. Muchos de los atrapados en la hipotecas impagables por pisos sobrevalorados en su día durante el boom inmobiliario son jóvenes e inmigrantes que se incorporaron al mercado laboral a finales de los 90 y la primera década de 2000.