La nueva autoridad, ESMA por sus siglas en inglés, se ocupará además de coordinar la actuación de los supervisores nacionales en los casos de prohibición o restricciones. El objetivo de esta iniciativa es limitar la especulación con estos instrumentos financieros. Los líderes europeos consideran que este tipo de apuestas bajistas contra los bonos de los países periféricos han agravado la crisis de deuda de la eurozona.

¿Qué son las ventas en corto?
Las ventas en corto son apuestas bajistas sobre el valor de una acción. El inversor pide prestados los títulos que piensa que van a bajar y los vende. Cuando caen los recompra más baratos para devolverlo. En las ventas en corto al descubierto, el inversor ni siquiera alquila los títulos, lo que incrementa el riesgo de incumplimiento crediticio.

Evitar la falta de coordinación
Se trata también de evitar que se repitan casos como el de Alemania, que en plena crisis de la eurozona en mayo de 2010 prohibió las ventas a corto al descubierto sin consultarlo con el resto de socios, lo que agravó la situación.

Rechazada la propuesta española
Previamente, el Ecofin había rechazado una propuesta de compromiso presentada por la vicepresidenta económica, Elena Salgado, que diluía los poderes de la Autoridad Bursátil y dejaba en manos de los ministros de Economía de la UE la decisión política de declarar una situación de emergencia. La propuesta de compromiso española ha recibido el apoyo de países como Reino Unido, Italia, Polonia, Bulgaria, Suecia, República Checa o Finlandia.

Más poder para los Estados
Lla nueva norma da a las autoridades nacionales poderes claros para prohibir temporalmente, hasta tres meses con posibilidad de prórroga, las ventas en corto de cualquier instrumento financiero. Las prohibiciones estarán coordinadas por la nueva Autoridad Bursátil Europea.

Si el precio de un instrumento financiero cae bruscamente durante un día, los reguladores nacionales tendrán además poderes para restringir las ventas en corto en ese instrumento hasta el final del siguiente día para ralentizar las caídas.

Más transparencia en el mercado
La norma impone además dar más transparencia a este mercado, ya que en la actualidad resulta difícil para participantes y reguladores saber qué valores se están vendiendo en corto y su importancia global. Para ello, obligará a los inversores que apuesten a la baja más del 0,2% del capital de una compañía a notificarlo a los reguladores, y también deberán informar al mercado cuando sus posiciones cortas superen el 0,5%.

Información sobre las ventas a corto de deuda pública
También deberán informar a los reguladores de las ventas a corto de deuda pública, incluidas las obtenidas a través de CDS a partir de determinados umbrales, que se fijarán dependiendo de la situación en cada Estado miembro. De esta forma, los reguladores podrán detectar más fácilmente posibles riesgos para la estabilidad de los mercados de bonos.