Las negociaciones entre los estados miembros de la Unión Europea que arrancaron el pasado viernes para alcanzar un acuerdo sobre el fondo de recuperación tras la crisis del coronavirus y el presupuesto plurianual para el periodo 2021-2027, siguen encalladas y marcadas por las diferencias entre el norte y el sur de Europa. Los llamados países frugales, entre los que están Países Bajos, Suecia, Dinamarca o Austria, piden una condicionalidad más fuerte para los receptores del fondo de recuperación post Covid, así como reclamar recortes a esas naciones, mientras que los del sur abogan por transferencias directas.

El Gobierno español, no obstante, es optimista de cara a la posibilidad de que se logre un acuerdo, aunque se opone frontalmente a que el ejecutivo holandés tenga poder de vetar las ayudas. 

En este contexto, adquiere especial relevancia un informe de Tax Justice Network, recogido por elDiario.es el pasado mes de abril, que señala que los estados miembros de la UE dejan de ingresar al año alrededor de 9.200 millones de euros en impuestos de sociedades en beneficio de Países Bajos. Es más, según este estudio, los países más afectados por la pandemia son los que históricamente más han perdido en relación a esas tasas. 

Francia dejó de recaudar en un año más de 2.400 millones de euros en impuestos corporativos a los Países Bajos; Italia perdió más de 1.350 millones; Alemania, más de 1.300; y España casi mil millones. 

"Mire el ejemplo de Holanda, cuyo dumping fiscal atrae a miles de multinacionales, que trasladan allí sus sedes, y obtienen un flujo de ingresos fiscales sustraídos de otros socios de la Unión Europea: 9.000 millones de euros cada año, según un análisis de Tax Justice Network", advirtió hace meses el primer ministro italiano Giuseppe Conte, en una entrevista concedida al diario Süddeutsche Zeitung. 

El informe de Tax Justice Network analiza los datos publicados por Estados Unidos sobre los países en los que las empresas estadounidenses declararon sus costes y beneficios en la UE en 2016 y 2017; y no lo hicieron donde se generaron las ganancias, sino en el "paraíso fiscal holandés", en el que las tasas de impuestos corporativos pueden llegar a ser inferiores al 5%.