En un año tan complicado para la economía en todo el mundo como 2020, Banco Santander fortaleció su objetivo de ayudar a sus clientes y a las comunidades sociales de los países donde opera, especialmente en los más desfavorecidos. Hace casi dos años, en verano de 2019, el grupo financiero se fijó como objetivo empoderar a 10 millones de personas hasta 2025. Desde esa fecha, Santander ya ha alcanzado la cifra de 4,5 millones, muy por encima del calendario previsto. Y el énfasis se ha puesto durante la pandemia, precisamente para que los particulares, las pymes, los autónomos y los emprendedores pudieran hacer frente mejor a la grave.

Los microcréditos han sido una herramienta fundamental para que las pymes de Latinoamérica pudieran afrontar la grave crisis económica

De este modo, durante 2020, el Santander ha apoyado a más de un millón de microemprendedores en Latinoamérica, con un desembolso total de 469 millones de euros. Además, ha facilitado el acceso a servicios financieros a 904.000 personas y ha ofrecido educación financiera a otras 609.000.

Ana Botín, la presidenta del banco, ha declarado en la última Junta de Accionistas, celebrada en marzo: “Estamos facilitando el acceso de las personas más vulnerables al sistema financiero, a la vez que les formamos para utilizar servicios financieros de manera prudente. En 2020 concedimos más de 4.500 microcréditos al día en Sudamérica. En total, ayudamos a empoderar financieramente a 2,9 millones de personas”.

La inclusión financiera se ha convertido en un elemento clave dentro de la recuperación de las economías, pues permite que todo el mundo se beneficie de los servicios de la banca, ayudando a erradicar la pobreza y a reducir la desigualdad. No es posible que exista un desarrollo económico si hay personas que todavía no cuentan con acceso a los servicios financieros eficientes. La hoja de ruta del Santander es clara: ayudar a garantizar el acceso, impulsar a colectivos vulnerables a crear o desarrollar microempresas y dotar de las competencias necesarias para gestionar sus finanzas a través de la educación financiera.

En el caso de América Latina, el principal objetivo es asegurar que las personas puedan acceder a los servicios financieros básicos y puedan realizar servicios de entrada y salida de dinero en efectivo. Entre las principales iniciativas se encuentran una serie de sucursales remotas en Argentina y la red de agentes minoristas en ciertas regiones de México que prestan los servicios financieros de Santander. La iniciativa emblemática para este cometido es Superdigital, la plataforma digital del Santander que cuenta con más de 500.000 usuarios activos en América Latina. Esta apuesta digital para hacer depósitos en efectivo, retiros y pagos ha supuesto un salto en mercados como Brasil, México y Chile.

Respecto a la financiación, el Grupo ofrece programas de microfinanzas a poblaciones no bancarizadas en Brasil, México, Argentina y Uruguay, con propuestas que comprenden una oferta de productos más amplia que el crédito, como tarjetas bancarias, cuentas corrientes, depósitos o seguros. Uno de los programas bandera en la región es Prospera, una plataforma de microcréditos en Brasil con la que contribuye al crecimiento de pequeños negocios que no tienen acceso al sistema financiero tradicional. La iniciativa permite a las personas más desfavorecidas, y con menor nivel de renta, salir de la pobreza. Su aportación a la igualdad de género es clave pues el 69% de las personas que participaron en este programa durante 2019 fueron mujeres. A su vez, en 2020, casi 200.000 personas recibieron el apoyo financiero que necesitaban para poner en marcha sus proyectos.

Por su parte, en México, el programa “Tuiio” también apuesta por la inclusión financiera de las personas con rentas bajas, con el objetivo de lograr un impacto social que a su vez reduzca la brecha de género. Desde su lanzamiento en 2017, más del 90% de las personas que han participado en el programa han sido mujeres. Durante la pandemia, se han otorgado 134.000 microcréditos a través de esta iniciativa.

Cabe resaltar que el compromiso de Banco Santander con la inclusión financiera es en todos los mercados donde opera, por lo que en regiones maduras como Europa o Estados Unidos aplica otra serie de estrategias, pues la propiedad de las cuentas en esas zonas es cercana al 100%. En este caso, el enfoque es garantizar el acceso continuo a los servicios financieros básicos en áreas pequeñas o remotas, la mayoría de ellas con una gran mayoría de población de edad avanzada, y ayudar a los grupos vulnerables a acceder a los servicios financieros. Por ejemplo, en España, han firmado recientemente un acuerdo con Correos para proveer de servicios financieros básicos a las zonas rurales del país. Además, han lanzado una sección de Educación Financiera en su web corporativa, dando visibilidad a las actividades de educación financiera que el banco desarrolla país por país.