“España es un país de autónomos”, asegura a ElPlural.com Lorenzo Amor, presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA). Sin embargo, los últimos datos revelados por el Ministerio de Trabajo podrían considerarse catastróficos para el tejido empresarial y social del país.

El mes de julio ha batido récords en cuanto a la pérdida de trabajadores autónomos, registrándose una caída en la afiliación de 24.826 trabajadores. Es decir, España pierde 800 autónomos al día. El sector de la Educación es el que lidera la caída de afiliados, como es habitual en esta época del año, seguido del sector industrial, con un 5 por ciento menos de autónomos desde diciembre.

Sin embargo, la inestabilidad política en España y la contracción económica en la eurozona al 0,2 por ciento, pasa factura a los emprendedores. Según Amor explica a este periódico: “la desaceleración e inestabilidad ya pasan factura a los autónomos. El batacazo de afiliación al RETA con 800 autónomos menos cada día de julio reflejan que la inestabilidad y parálisis política. Se hace necesario cuanto antes tomar medidas que devuelvan el crecimiento a los autónomos”. De hecho, fue la semana pasada cuando el colectivo solicitó al presidente en funciones Pedro Sánchez, acabar con la precariedad policial y solicitó medidas urgentes para socavar los efectos negativos de los datos que arroja el Ministerio de Trabajo. “España no se puede permitir el lujo de tener cuatro elecciones generales en cuatro años”, increpó Amor entonces.  Pero, en este contexto de inestabilidad, ¿cuáles son los principales handicaps que enfrenta un autónomo a la hora de emprender?

Desde ATA enfatizan en que hasta 140.000 personas, es decir un 4 por ciento del colectivo son falsos autónomos. “Lo primero que hay que hacer es dotar de medios a la inspección de trabajo para que las denuncias sean tramitadas e investigadas de manera ágil. Y lo mismo para combatir la economía sumergida, una verdadera lacra que hace mucho más daño a los autónomos de lo que parece. Es una competencia desleal con aquellos que esforzadamente pagan todos sus impuestos y su cotización y cada día buscan nuevos clientes. Solicitamos las medidas más duras que combatan el fraude que supone esta fórmula de trabajo que encubre lo que debería ser una relación laboral de trabajo.”

Pero además, es la España vacía la que más padece esta situación. “Cuando el bar de un municipio de menos de 5.000 habitantes muere, el pueblo se apaga. Si de verdad quieren luchar contra la España vacía, deben darnos armas para que los autónomos puedan mantener sus negocios en los pueblos. Y hay que cuidar en la misma medida el emprendimiento femenino para que las familias puedan quedarse en esas pequeñas localidades si así lo desean. Por eso medidas como la tarifa plana especial para emprendedoras en pequeñas localidades es tan necesaria y hemos luchado mucho por ponerla en marcha”, explica Amor.  Sin embargo, según detalla la Unión Profesional de Trabajadores Autónomos (UPTA), la tarifa plana puesta ha sido un fracaso si se tiene en cuenta que sólo el 15 por ciento de los trabajadores autónomos que empezaron su actividad con ella supera los dos años en activo.

Autónomas, esperanza del sector

Precisamente son los datos sobre la creación de empleo autónomo femenino los que registran un mejor resultado, según los datos del Ministerio de Trabajo. En los siete primeros meses de 2019, se han registrado 5.341 son autónomas, frente a 4.243 autónomos. Es decir, las mujeres autónomas se han incrementado en un 0,5 por ciento frente al 0,2 por ciento de los autónomos. “Es una oportunidad que han sabido aprovechar. Además ellas apuestan por sectores menos saturados y tradicionales, las actividades profesionales en el ámbito sanitario, del derecho, de la economía, de la educación… su impulso es el que hace crecer estos sectores y el número de autónomas en España”, explica ATA.