El ministro de Economía, Román Escolano, ha anunciado que comparecerá este martes a las 11:00 horas en la Comisión de Economía del Congreso para anunciar el nombre del candidato del Gobierno a gobernador del Banco de España en sustitución de Luis María Linde, cuyo mandato acaba el 11 de junio.

Así lo ha confirmado la presidencia de la comisión parlamentaria, después de que el ministro hubiera solicitado el viernes su comparecencia urgente.

Este es el procedimiento que seguir para la designación del nuevo gobernador de la entidad, según el artículo 24 de la Ley de Autonomía del Banco de España. El nombramiento lo hace el rey y su mandato tiene una duración de seis años, sin posible renovación.

Sin el consenso tradicional

Este nombramiento tan importante se ha dado de bruces con la ruptura política existente en España, lo que tiene una relevancia directa en dicha acción ya que, tradicionalmente, la propuesta del Gobierno ha sido consensuada con el principal partido de la oposición, con el que también se pactaba el candidato a subgobernador, aunque formalmente será el nuevo gobernador quien le proponga en su momento.

Ahora, con la moción de censura presentada por el PSOE contra Mariano Rajoy, las negociaciones se han roto y el ministro Escolano anunciará el candidato sin este consenso tradicional.

El actual gobernador Luis Linde abandona el cargo el 8 de junio. Y este viernes pidió que la situación política no tenga consecuencias en el nombramiento de su reemplazo. “No es una institución más” y tiene un asiento “importantísimo” en el BCE, señaló en un desayuno organizado por el diario digital El Independiente. Linde también recordó que su mandato no se puede prolongar, según las leyes del organismo.

La importante reunión en el BCE

El nombramiento no se puede retrasar ya que, si bien es cierto que el Banco de España puede funcionar sin gobernador, solo con el subgobernador y con dos miembros de la comisión ejecutiva, el país se quedaría sin voz ni voto en el Banco Central Europeo (BCE) hasta el nombramiento.

Esto no es nada bueno especialmente a las puertas de un encuentro de total relevancia en el BCE el próximo 14 de junio, cuando el organismo económico europeo debe decidir qué hacer con el programa de compras de deuda que ha venido llevando a cabo en los últimos tiempos y que termina en septiembre. España ha recibido 241.601 millones de euros con este programa de compra de deuda.