El presidente de Sareb (conocido como el banco malo), Jaime Echegoyen, cobró en 2017 un sueldo fijo de 385.000 euros y un variable de 58.000 euros, con lo que en total recibió 443.000 euros, un 4,5 % menos que en 2016, según el informe anual de gobierno corporativo publicado hoy.

La remuneración recibida por el consejo de administración de Sareb, incluida la de Echegoyen, se elevó a 1,112 millones de euros, frente a los 1,181 millones de un año antes.
Para los miembros del máximo órgano de gestión de Sareb, la compañía mantuvo en 2017 la misma retribución de los últimos cuatro años, que para los consejeros externos es de 75.000 euros si no pertenecen a ningún comité, 85.000 euros si pertenecen a algún comité y 95.000 euros si presiden algún comité.
Por lo que respecta a la alta dirección, compuesta por 19 personas, en total se les remuneró con 4,21 millones, también por debajo de los 4,83 millones de 2016.