El Comité de Expertos sobre escenarios para la Transición Energética ha elaborado un informe que resalta la necesidad de proceder a la puesta en marcha de una fiscalidad vinculada al dióxido de carbono (CO2), con un incremento del impuesto aplicable al gasóleo y extender "ese refuerzo de la señal medioambiental a los impuestos locales afectados", entre los que se encuentra el impuesto de circulación de los ayuntamientos.

Los coches, responsables del aumento de emisiones

Este informe, entregado este lunes al ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, apunta que el transporte ha sido el "principal responsable" del incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero en España en el período comprendido entre 1990 y 2015, por lo que apuesta por la expansión de los vehículos eléctricos para reducir este impacto negativo.

No obstante, indica que la penetración en el mercado de este tipo de vehículos, aún reducida, estará condicionada "de modo muy destacado" por el coste de dichos vehículos y por la evolución que experimenten las baterías y, por lo tanto, la autonomía.

Así, la comisión de 'sabios' considera que la política regulatoria debe orientarse a facilitar una transición eficiente hacia vehículos de energías alternativas, "sin precipitarse en medidas de gasto público que puedan conducir a generar costes no recuperables" y prestando "especial atención" al cambio de fiscalidad como instrumento "imprescindible" para facilitar la transición a una movilidad sostenible.

Más dinero a carreteras

Este comité de sabios precisa que las infraestructuras -tanto las viarias como las energéticas- pueden tener un impacto positivo en la economía y en la equidad interterritorial, lo que justificaría que una parte de la inversión se financie con cargo a los presupuestos generales del Estado, según el informe entregado a Álvaro Nadal.

El grupo de expertos considera que los consumidores de los distintos productos energéticos deberían financiar las infraestructuras asociadas a su consumo, tal y como ocurre actualmente con las redes eléctricas y gasistas.

En el caso de las infraestructuras viarias, el informe plantea tres opciones: crear un recargo al consumo de gasolina y gasóleo de automoción que permita recuperar las inversiones en la red de carreteras y los costes de mantenimiento; establecer un sistema de "viñetas", como ocurre en otros países europeos, que deberían pagar los propietarios de vehículos por el uso de las vías; o una combinación de ambas.

Según el grupo de expertos, la introducción de las "viñetas" sería "imprescindible" a medida que se extiendan los vehículos de combustibles alternativos, como el coche eléctrico, que no consumirán ni gasolina ni gasóleo. El informe cifra en 12.520 millones de euros la inversión anual en la construcción y mantenimiento de carreteras

Desgravaciones para profesionales

El comité de sabios propone exenciones fiscales para mitigar el impacto de estos recargos -y de los nuevos impuestos medioambientales que plantea el informe- en colectivos sensibles como los profesionales del transporte o los agricultores. El documento también aboga por sustituir los actuales impuestos energéticos por otros que internalicen los daños medioambientales derivados de la generación y el consumo de energía.

En concreto, plantea dos nuevos impuestos, uno para las emisiones de CO2 y otro para otras emisiones contaminantes (SO2, NOx y partículas). Estos nuevos gravámenes recaerían sobre las instalaciones de generación de electricidad y sobre los consumidores finales de carbón, gas natural y derivados del petróleo. Además, los expertos proponen cambiar el mecanismo de financiación de las energías renovables -que ahora recae en la tarifa eléctrica- y sustituirlo por un recargo a todas las fuentes de energía final.

Luz más barata, lo demás más caro

Según los cálculos del comité de sabios, estas medidas abaratarían la factura eléctrica pero encarecerían el gas natural, el butano, la gasolina y, sobre todo, el gasóleo. En el caso de la electricidad, disminuirían los peajes -la parte regulada del recibo de la luz-, aunque subiría algo el precio mayorista por el impacto del impuesto al CO2