Iberdrola obtuvo en 2017 un beneficio neto de 2.804 millones de euros, un 3,7 % más, gracias al negocio de redes, principalmente en EEUU, de renovables y a la integración desde septiembre de Neoenergia en Brasil, mientras que en España la sequía provocó un pobre comportamiento de la producción eléctrica.

Según ha comunicado hoy el grupo eléctrico a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el año pasado invirtió 5.891 millones de euros, un 38 % más, especialmente en los negocios regulado, de energías renovables y de generación mediante contratos a largo plazo.

Iberdrola, en cuyas cuentas la reforma fiscal estadounidense ha tenido un impacto neto positivo de 1.284 millones de euros, propondrá en la próxima junta de accionistas, que se celebrará el 13 de abril, un dividendo anual de 0,32 euros brutos por acción con cargo a 2017, un 3,2 % superior al de 2016.

La empresa invertirá 32.000 millones de euros entre 2018 y 2022, fecha esta última en que espera que su beneficio neto se sitúe entre los 3.500 y 3.700 millones de euros, según la actualización de sus perspectivas de negocio para ese periodo.

Más del 90 % de la inversión prevista por la eléctrica se destinará a los negocios de redes (el 50 %), renovables (el 37 %) y generación contratada en México (el 4 %), actividades que en 2022 se espera que aporten más del 80 % del resultado bruto de explotación (ebitda), ha informado hoy la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

El grupo Iberdrola mantendrá inversiones en curso por valor de 9.000 millones de euros al final del periodo, en el que el dividendo se situará en los 0,4 euros brutos por acción.