La presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín, ha destacado el “crecimiento sostenible y responsable” de la entidad en la presentación de resultados del 2017, “un año bueno una vez más”, que se ha saldado con un beneficio atribuido de 6.619 millones de euros, un 7% más que en el ejercicio anterior.

En su presentación ante los medios, Botín ha subrayado que “crecemos en clientes a doble dígito y en ingresos también a doble dígito”. Y ha destacó que el ROTE ordinario de Santander se sitúa en el 12%, “3 puntos por encima de la media de los competidores”.

Sin embargo, pese a ser la presentación del Santander, la adquisición del Banco Popular ha protagonizado buena parte de la rueda de prensa, puesto que la entidad sufrió una pérdida de 37 millones tras cargar 300 millones en el tercer trimestre para cubrir los costes de integración. Una operación marcada por algunos hitos como la ampliación de capital de 7.072 millones; la venta del 51 % de los activos inmobiliarios a Blackstone; o la aceptación del 78 % del bono de fidelización para clientes del Popular. 

Botín ha reconocido que la unión de Santander y Popular ha supuesto un crecimiento “en cuota de depósitos”, campo en el que han crecido 80 puntos básicos, aunque “en crédito nos está costando un poco más, pero esperamos que en diciembre se estabilice”.

La presidenta del Santander ha insistido en que ambas entidades “no estamos compitiendo, estamos colaborando” y que el objetivo pasa por “cambiar la marca en un futuro próximo”. De hecho, ha adelantado que “vamos a tener la sede de Santander España en la sede del Popular”. Es decir, tanto la ciudad financiera de Boadilla del Monte y la sede de Castellana seguirán funcionando como hasta ahora, pero la sede de Santander España se radicará en la calle Josefa Valcárcel de Madrid.

Botín ha defendido que está a favor de que la Junta Única de Resolución (JUR), el órgano radicado en Bruselas que liquidó el Banco Popular en junio, difunda el informe financiero que usó para tomar la decisión. El organismo todavía no ha explicado por qué las razones de la intervención, medio años después de que amortizase con 3.000 millones el patrimonio de accionistas y bonistas para cortar los problemas financieros del Popular, y sin que todavía se sepa si había una alternativa más viable que la compra por un euro del banco por parte del Santander.

La presidenta del Santander ha manifestado que “estamos a favor de la transparencia” pero ha dicho que publicar el informe de Deloitte para la JUR es una decisión que tiene que tomar dicho órgano. “Es posible que prefiramos que no se publiquen asuntos como las alianzas, pero por lo demás creemos que sería bueno que la JUR publicara el informe de Deloitte", ha señalado, Recientemente, Elke König, reponsable del JUR aseguró en el Congreso de los Diputados que la JUR tenía que pedir permiso al Banco Santander antes de ofrecer dicha información.

Botín, preguntada sobre el rescate financiero en la banca española, ha señalado que su entidad ha “ayudado con 3.000 millones de euros por la crisis bancaria. No solo no nos han ayudado, sino que hemos ayudado al sector, además de la compra del Popular”.

A la presidenta del Santander también se le ha preguntado por cómo vería que el ministro de Economía, Luis de Guindos, fuese nombrado vicepresidente del Banco Central Europeo. De Guindos ya fracasó en su anterior intento de presidir el cónclave de ministros europeos de Economía en el pasado y hace unos meses él mismo aseguró que no sería candidato de nuevo. Unas afirmaciones que han llevado a señalar a varios medios que él podría ser elegido para número dos del BCE. Vuelva o no a fracasar en su salto europeo, Botín ha señalado que “Guindos ha hecho un gran trabajo como ministro y sería una gran noticia si se diera el caso”. “España tiene que estar bien representanda en Europa”, ha añadido.

Buena parte de su presentación, Botín la ha dedicado a incidir en los retos de futuro del Banco Santander. “En los dos próximos meses lanzaremos un sistema de pagos en Blockchain”, ha anunciado. Una previsión que ha acompañado de los datos que ha dejado en el Santander la revolución digital, como el hecho de que desde 2015 hayan pasado “de 4.000 millones a 10.326 millones en transacciones digitales”, lo que supone un aumento del +155%. “El 39% de nuestras transacciones ya son digitales, lo que implica que bajen los costes por transacción”, ha apostillado.