El número de ejecuciones hipotecarias sobre vivienda habitual (embargos de una propiedad para su venta) sigue disminuyendo y en el tercer trimestre se realizaron 1.584 procedimientos, un 59,8% menos que en el mismo período de 2016.

Otras 487 ejecuciones fueron realizadas sobre viviendas en las que sus propietarios no residían de manera frecuente, un 54,3% menos que en el tercer trimestre de 2016, según la estadística de ejecuciones hipotecarias publicada este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que recuerda que no todos los embargos terminan con el desahucio de sus propietarios.

Estas cifras quedan muy lejos de los meses en los que los embargos crecían a un ritmo superior al 10% interanual.

El objetivo principal de esta estadística es ofrecer trimestralmente el número de certificaciones de ejecuciones hipotecarias iniciadas e inscritas en los Registros de la Propiedad durante el trimestre de referencia.

En el tercer trimestre se iniciaron 9.025 ejecuciones hipotecarias, un 33,7% menos que en el trimestre anterior y un 38,4% menos en tasa interanual. De ellas, 7.783 afectaron a fincas urbanas (donde se incluyen las viviendas) y 1.242 a fincas rústicas.

La mayor parte de las ejecuciones son sobre hipotecas firmadas entre los años 2005 y 2008. El 19,8% de las ejecuciones hipotecarias iniciadas sobre viviendas en el periodo analizado correspondieron a hipotecas constituidas en 2007, el 16,5% a las suscritas en 2006 y el 12,1% a las de 2008.