La generación de residuos y la contaminación son dos de los problemas relacionados con el medioambiente que más preocupan. En este sentido ¿se podrían matar dos pájaros de un tiro? ¿Y si pudiera generarse energía alternativa al combustible diésel a partir de residuos? Algunas compañías energéticas, como Gas Natural Fenosa, están apostando por el desarrollo de proyectos relacionados con alternativas sostenibles al combustible diésel, que es una de las principales fuentes de emisiones contaminantes.

Las líneas de esta investigación se centran en el biogás, un gas renovable que puede utilizarse como combustible para transporte o bien ser inyectado directamente a la red de distribución de gas natural de modo que pueda ser consumido por un hogar, la industria… En la elaboración de biogás se utilizan los desechos y la basura que todos tiramos. Estos son recogidos por camiones y transportados a los vertederos municipales. Allí, una parte de los desechos (cartón, vidrio, papel…) se recicla, y el resto, el compuesto orgánico, se puede reaprovechar.

Con un tratamiento adecuado, estos deshechos pueden recuperarse y dar lugar a nuevos materiales e incluso a nueva energía, lo cual es beneficioso para el medio ambiente y pone de manifiesto el concepto de “economía circular”, que ya se está instaurando en todas las ciudades europeas. La pregunta es: ¿Cómo? 

Los residuos orgánicos, cuando se encuentran en los vertederos, comienzan a degradarse naturalmente, a descomponerse, lo que genera un gas, conocido como biogás. Este material se puede utilizar para producir energía ya que cuando este se somete a un proceso de limpieza y enriquecimiento, llega a alcanzar características similares a las del gas natural, motivo por el cual, habitualmente se alude a él como “gas natural renovable”, porque es muy respetuoso con el medio ambiente.

El biometano proveniente de este biogás, es un gas que puede utilizarse como combustible para transporte o bien ser inyectado directamente a la red de distribución de gas natural para que pueda ser consumido por un hogar, industria…

Eso sí, existen una serie de inconvenientes: la producción de biogás depende de la cantidad de residuos orgánicos que almacenan los vertederos, de la calidad de los mismos o de la calidad de los procesos de extracción o de transformación. 

Una planta de fermentación de estiercol - Pixabay

¿Se consume este tipo de energía en Europa? ¿Y en España?

En Europa existen en la actualidad más de 350 plantas destinadas a la obtenición del biometano. El país con mayor grado de implantación es Alemania, seguido de Suecia y Reino Unido.

En el caso de España, hay más de 20 plantas de biogás procedente de residuos sólidos urbanos y más de 40 de biogás procedente de residuos agroganaderos, erigiéndose así como el séptimo productor europeo de este tipo de material.

Empresas interesadas en el desarrollo del biogás como alternativa respetuosa con el medioambiente

Gas Natural Fenosa es una de las empresas que más está apostando por la investigación relacionada con el biogás. Participa actualmente en varios proyectos para el desarrollo de tecnologías relacionadas con los gases renovables, en los que colabora estrechamente con importantes actores del sector nacional e internacional para promover el mercado del biometano, con el objetivo de encontrar alternativas sostenibles al uso del combustible diésel.

En Cataluña, concretamente en Montacada i Reixac (Barcelona), encontramos un ejemplo de gestión eficiente de residuos. Se trata del llamado proyecto Metamorphosis, que convierte plantas de tratamiento de residuos en fábricas de bioenergía. En ese caso, el objetivo es obtener biogás a partir de lixiviados generados en estas instalaciones y usarlo como combustible para vehículos.

También hay proyectos abiertos en Pamplona, donde Gas Natural Fenosa trabaja junto con el Grupo Hera en un proyecto relacionado con el biogás. En la comarca de Pamplona, algunos vehículos como autobuses y camiones de servicios públicos ya funcionan con este combustible alternativo gracias al proyecto de la energética.