El Banco Santander ha iniciado este viernes las negociaciones con los representantes de los sindicatos para definir el plan de integración de plantillas de los servicios centrales y sus unidades de apoyo de Santander España, Popular y centro corporativo, tras la adquisición del Popular, una operación con la que el banco se comprometió a realizar sinergias y mejorar la eficiencia del negocio combinado.

Como en procesos similares, Santander actuará bajo el criterio de meritocracia, con la idea de aprovechar el mejor talento de ambas entidades y hará un esfuerzo especial para que las salidas que se produzcan como consecuencia de esta integración se realicen en buenas condiciones, de acuerdo con los representantes de los trabajadores y aprovechando al máximo la movilidad interna hacia otras unidades del Grupo.

Banco Santander contratará a una empresa de recolocación, que en anteriores procesos facilitó ocupación al 80% de quienes quisieron seguir trabajando.

Líder en céditos y depósitos
La integración de Banco Santander y Banco Popular reforzará significativamente la franquicia del grupo en España, donde la entidad resultante es líder en créditos y depósitos, con 17 millones de clientes y una cuota de negocio en pymes del 25%, un segmento clave para el crecimiento de la economía española.

Desde la adquisición en junio, Santander ha saneado el balance de Banco Popular, ha reducido su riesgo inmobiliario y ha lanzado una acción comercial para recuperar la confianza de los clientes/accionistas cuya inversión se vio afectada por la resolución de las autoridades europeas. Además, las oficinas y otros canales ya muestran en su imagen la pertenencia al Grupo Santander, se está recuperando el pulso comercial y los clientes de Popular ya se benefician de esta pertenencia, con ventajas concretas como el tener a su disposición una red de 7.500 cajeros