El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Cortázar, ha afrontado una rueda de prensa donde la situación de Cataluña y el traslado de sede social a Valencia han sido los protagonistas. Cortázar ha señalado que a partir del 1-O y el referéndum de independencia “pudimos detectar en nuestra clientela intranquilidad y nervios”.

Por ello hicieron un trabajo exhaustivo en la red comercial para explicar a los clientes “la fortaleza de la entidad” y que ese mensaje es el que quisieron transmitir con la decisión de trasladar la sede social, visto que “la intranquilidad empezaba a ir al alza”. “Estamos bajo el paragüas del Banco Central Europeo”, ha destacado el consejero delegado, “en absoluta igualdad de condiciones respectos a cualquier otra entidad del resto de España”.

Cortázar ha señalado que hubo un “impacto negativo pero moderado en depósitos. Pero es un impacto que se ha parado y se ha revertido”, aunque el consejero delegado ha evitado ponerle una cifra a la fuga de capitales. Preguntado sobre las declaraciones de la ministra de Sanidad, Dolors Monserrat, que habló de 4.000 millones de euros en un día, ha preferido “no comentar” las apreciaciones de otras instituciones. “Nosotros estamos para gestionar”, ha dicho.

Sede social en Valencia

“En este momento, nuestra sede está en Valencia y no se le ha querido conferir un carácter de temporalidad”, ha señalado Cortázar. “Si el Consejo de Administración hubiera querido que el traslado fuese temporal lo hubiera dicho, y no lo ha hecho”, ha remachado. “El Consejo de Administración se va a reunir en Valencia de ordinario. La Junta General de accionistas se va a realizar en Valencia. Estaremos de vuelta en Valencia”, ha comentado. Cortázar ha señalado que confían en todas las regiones de España, para ha señalado que la elección es "un voto de confianza a Valencia" y una muestra de "apoyo y alineamiento con una comunidad como ésta".

"Tengo casi todo mi patrimonio en mi cuenta bancaria de la calle Diagonal de Barcelona", ha señalado Cortázar, para añadir que "duerme tranquilo" y que no piensa trasladar dicha cuenta a CaixaBank Valencia o cualquier otra oficina. Sobre el boicot que organizó la CUP para sacar a la vez varias cantidades de las entidades que han cambiado su sede social, el consejero delegado ha dicho que "no ayuda", en concreto a los trabajadores de la entidad, porque es "hacerle la vida más difícil a quenes dedican su día y algo más a dar un servicio extraordinario". Cortázar ha aprovechado para dar las "gracias por su profesionalidad a los trabajadores, particularmente a los que están en Cataluña". 

Cortázar ha señalado que “la decisión del traslado ha sido exclusivamente técnica y tomada por CaixaBank”. El consejero delegado ha negado con esa apreciación las preguntas sobre si habían recibido presiones del Gobierno de España para salir de Cataluña o presiones de la entidad al Ejecutivo para modificar la ley para el traslado de la sede.