El consejero de Asuntos Exteriores de la Generalitat de Cataluña, Raül Romeva, no cree que la fuga de empresas catalanas tenga que ver ni con la independencia ni con el referéndum. Según el ministro de Exteriores, la marcha de CaixaBank, Banco Sabadell, AGBAR, Oryzon… es una consecuencia de la actuación policial del Estado español durante el 1-O.

Así lo ha afirmado en una entrevista con la radiotelevisión pública belga, (RTBF) donde ha expresado sus dudas a que haya otra “alternativa” que no pase por hacer una “Declaración Unilateral de Independencia”. “¿Acaso hay alternativa? El Parlament es soberano, es importante reconocerlo, hay una mayoría parlamentaria hemos intentado varias veces hacerlo de otra manera”, ha señalado.

Según Romeva, el Parlament será quien decida este martes según “lo que la gente ha votado”, porque estamos en una crisis que “requiere una solución política” y “no vivimos en un Estado de derecho”. Una crítica al Estado que ha extendido al rey Felipe VI, a quien ha acusado de “abdicar” de sus funciones por no hablar en su discurso de las cargas policiales y sus heridos, a los que “abandonó”.

El consejero niega que se haya producido una división en la sociedad catalana: “Lo que está dividido hoy no son las familias catalanas, son los demócratas frente a los que son demócratas”, ha señalado.

Romeva ha quitado hierro a la fuga de empresas, señalando que el cambio de sede social no afecta a su actividad económica, por lo que “en términos económicos no tiene impacto”. Y la razón del éxodo empresaria no ha sido la amenaza de la independencia unilateral ni la incertidumbre. La causa es “la respuesta del Estado, su respuesta violenta”. “Señalemos que la incertidumbre está provocada por la incapacidad del Estado de gestionar (la crisis política). No es el debate lo que crea la incertidumbre, ni la gente pacífica que pide votar, es el Estado”, ha añadido.

Además, Romeva sigue negando que Cataluña se salga de la Unión Europea si se independiza, como ha señalado la Comisión Europea. “Si Escocia hubiera votado 'sí' (a la independencia), ¿qué hubiera pasado? Se hubiera empezado el proceso de negociación y empezado una reinvención de Europa. ¿Hubiera sido un drama? Para nada”, ha señalado. “No está escrito en ninguna parte” que la independencia de un territorio de un Estado miembro deba quedar fuera de la UE precisamente por efecto de esa independencia, ha dicho, pese a ser la línea defendida por Bruselas desde 2004.