El mundo empresarial se moviliza ante la escalada de tensión en el conflicto catalán. Si este martes conocíamos que la biotecnológica Oryzon anunciaba el traslado de su sede de Cataluña a Madrid y este miércoles la bolsa española abría con pérdidas abultadas, uno de los principales empresarios del país se ha pronunciado sobre el desafío secesionista.

Ha sido el presidente de Mercadona, Juan Roig, el cual ha asegurado que, “como español y como persona estoy muy preocupado y estoy asustado. Esa es la palabra. Hay un gravísimo problema en España y hay que reconocerlo. Mediante el diálogo se tendría que solucionar”, afirmó ayer durante un acto para impulsar el Corredor Mediterráneo.

El momento no era improvisado, ya que esta infraestructura ferroviaria se ha puesto como ejemplo de las posibles soluciones a reducir el sentimiento independentista y de rechazo desde Cataluña a España. El Corredor Mediterráneo pretende conectar por tren la frontera francesa con el puerto de Algeciras, recorriendo toda la costa e impulsando el tráfico ferroviario de mercancías en España.

Para Roig, el Corredor Mediterráneo es una obra que interesa a empresarios no sólo de las comunidades autónomas que atraviesa, sino de otros puntos del país. En el acto, el mensaje genera fue que este proyecto es lo que España necesita “en momentos de incertidumbre como el actual”, proyectos que “vertebren al país y fortalezcan la economía”.

El presidente de la CEOE, Joan Rosell, también presente en el acto, afirmó que en el Mediterráneo, donde viven 500 millones de personas, a un lado y al otro, será una de las claves de la nueva Europa que hay que construir.

Por su parte, el presidente del Círculo de Empresarios, Javier Vega de Seoane, ha dicho que en España “cuando la sociedad civil se pone en marcha, somos capaces de hacer cosas”, y ha conminado a ayudar a los políticos “con buenas ideas” para que resuelvan los problemas y no les creen.