La federación sindical Fine denuncia que en los últimos ocho años han desaparecido más de 80.000 puestos de trabajo en el sector financiero. En las antiguas cajas, las plantillas se han rebajado un 44,6%, lo que supone un recorte de 60.126 empleos, a los que se suman los más de 20.000 (17,6%) perdidos en banca, entre los años 2008 y 2016. FINE ha realizado un estudio comparativo de cómo la crisis ha afectado a las plantillas del sector financiero entre 2008 y 2016.

La destrucción de empleo ha afectado, de forma especial, a las extintas cajas de ahorro, hoy en día reconvertidas en bancos, excepto dos de ellas, Caixa Ontinyent y Caixa Pollença.

"Sangría brutal"

“La sangría ha sido brutal. Entre cajas y bancos, se ha pasado de cerca de 250.000 empleados a poco más de 169.000; ningún otro sector económico ha sufrido la crisis como el ámbito financiero”, recalca Luis José Rodríguez Alfayate, presidente de FINE. Además, subraya, “los que han mantenido su puesto han visto mermadas sus condiciones laborales y económicas y, en algunos casos, incluso han vivido momentos de tensión con los clientes, con riesgo para su seguridad”.

La merma en el empleo ha venido acompañada del cierre de sucursales, el 48% en cajas y el 22% en bancos, lo que implica que han cerrado sus puertas más de 15.500 sucursales desde el inicio de la crisis. Además, han dejado de estar operativos más de 16.000 cajeros, casi el 30% de la red existente en 2008.

El proceso de reestructuración del sistema financiero aún no ha concluido. Federación FINE mantiene como prioridad “la protección del empleo en las entidades”, apunta Rodríguez Alfayate, quien añade que “FINE no escatimará esfuerzos en defender a las plantillas ante fusiones, EREs u otras decisiones que afecten al personal”.