El volumen de deuda de las administraciones públicas españolas a finales de julio alcanzó los 1,134 billones de euros el pasado mes de julio según datos del Banco de España. Supone un recorte de 4.872 millones de euros con respecto al mes anterior. Pese a la bajada, España sigue batiendo récords de deuda, que ha sido una constante desde que Mariano Rajoy llegó al Gobierno en diciembre de 2011. La cifra de julio asciende al 99,77% del Producto Interior Bruto (PIB), según cálculos de Reuters.

A lo largo del año, la deuda ha ido registrando incrementos salvo en el mes de abril, cuando bajó en más de 11.000 millones, y ahora en julio. Pese a ello, el Ministerio de Economía se muestra optimista y espera poder acabar el año en el 98,8% del PIB.

De cara a los años siguientes, el objetivo para por la reducción. En concreto, al 97,7% en 2018 y al 95,4% en 2019. Antes del comienzo de la crisis, en 2007, la deuda pública española ascendía a 384.000 millones de euros, equivalente al 35,5% del PIB. Zapatero dejó la deuda en noviembre de 2011 en 743.530 millones de euros, un 68% del PIB, unas cifras que para Mariano Rajoy eran inasumibles y nos llevaban al desastre.

Sin embargo, desde que Rajoy llegó a Moncloa la deuda no ha hecho más que subir, llegando a superar el 100% del PIB, algo que no sucedía desde principios del siglo XX (1908), cuando se superó el 120% como consecuencia de los gastos de las guerras en que España perdió las últimas colonias.