Los movimientos políticos en aras del independentismo catalán han sumido en una enorme conmoción al mundo empresarial. Según Expansión, tanto las compañías nacionales como extranjeras creen que la incertidumbre paraliza el consumo y las inversiones.  Ante el riesgo de verse fuera del mercado nacional y comunitario (Unión Europea), muchas empresas con sede en la región han elaborado un plan de contingencia para trasladar su sede a otro lugar de España.

El presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en España, Jaime Malet, afirma que muchas empresas cuentan con un “botón rojo” para trasladar su sede en menos de 24 horas en caso de que la situación empeore. “Tienen preparados los mecanismos con notarios y despachos de abogados”, afirma.

Según Malet, hay dos tipos de reacción en las empresas: las que no se creen que va haber referéndum ni independencia y siguen invirtiendo con normalidad, y a las que está afectando el proceso separatista y se están replanteando sus inversiones en Cataluña”

La Cámara de Comercio Alemana para España señala que “cuando una empresa se instala en Cataluña, lo hace pensando en la totalidad del mercado español o europeo”. Dicha Cámara, reúne a 215 compañías, entre las cuales hay muchas empresas catalanas que están dentro del organismo por intereses en el mercado germano. 

Advierten que las compañías “podrán buscarse un nuevo o segundo domicilio fiscal o almacén central para garantizar su operatividad administrativa y evitar obstáculos arancelarios”.

Para la asociación de empresaris de Catalunya esta fuga empresarial no es nueva, “desde 2012 se han marchado 1.691 empresas”, señalan. El procés es “un paso más hacia la ilegalidad y la inseguridad jurídica que a los empresarios no nos interesa”, comentan desde la asociación, que advierte "si las nuevas leyes no quedan supendidas y hay referéndum, esto podría suponer el colapso de la economía"

En la misma línea se muestran las patronales de las pequeñas y medianas empresas (CEOE y CEPYME) , “todo lo que desestabilice índice en la economía, porque el dinero es muy cobarde. ¿Cómo vas a invertir en un sitio donde no sabes si la ley funciona?”

La facturación de las empresas españolas quedaría muy dañada con la independencia porque la región vende cerca de 44.000 millones de euros a España y 35.000 millones al resto de la UE, mientras que al resto de países del mundo se venden 22.000 millones. Desde las patronales advierten que “Cataluña vende más a Cantabria que a Estados Unidos”.

La situación para los autónomos tampoco es buena, así lo señala Lorenza Amor, presidente de la Federación Nacional de trabajadores autónomos (ATA). “ Se resienten cuando no hay un buen clima político ya que esto genera incertidumbre y un retraimiento del consumo”.