Los datos del paro no han sido nada halagüeños, pero el verdadero terremoto ha llegado en la Seguridad Social, donde se ha registrado una caída de 179.485 afiliados. Un agujero que sólo se ve superado por el de agosto de 2008, el mes anterior a la bancarrota de Lehman Brothers y que supuso el inicio oficial de la crisis económica.

Mientras que el paso ha subido en 46.400 personas, hasta alcanzar los 3.382.324 desempleados, la caída de las afiliaciones en la Seguridad Social supone que sólo haya 18.309.844 cotizantes ocupados. Un dato muy alejado de los 20 millones que Mariano Rajoy siempre promete que logrará alcanzar.

El crecimiento del paro ha sido mayor en Andalucía (17.094) y Cataluña (+10.072), que son las comunidades que lideran el grupo de 10 en las que ha crecido el paro. Por el contrario, ha bajado en Canarias (850), Cantabria (831) y Galicia (746).

El desplome de las afiliaciones ha sido mayor en el sector de educación, con una caída de 56.906 cotizantes, en la industria manufacturera (20.618) y en la construcción, con una pérdida de 17.410 afiliados.

Dentro de la debacle, los pocos datos positivos son que ha aumentado la contratación -con 1.536.400 contratos, que suponen un incremento del 5,83% respecto a 2016- y un 9,75% más de contratos indefinidos. Sin embargo, el total de estos contratos sigue siendo ínfimo -7,5%- frente al total.