Los trabajadores de Eulen en los controles de seguridad del Aeropuerto de Barcelona-El Prat volverán a la huelga el 8 de septiembre para protestar por las "represalias" aplicadas por la empresa contra cuatro trabajadores por haber incumplido los servicios mínimos. Los paros serán todos los viernes de 10:30 a 11:30 horas y de 18:30 a 19:30 horas, si bien el asesor del comité de huelga, Juan Carlos Giménez, ha avisado de que se podrían ampliar si no se retiran las sanciones.

Así lo ha decidido la asamblea celebrada el pasado domingo en El Prat de Llobregat (Barcelona), en la que han votado 115 trabajadores de los 350 que tiene la empresa en el aeropuerto barcelonés, todos ellos a favor de la huelga. Por ahora, hay cuatro trabajadores reprendidos: dos han sido despedidos y dos multados, según los cálculos del comité de huelga. La empresa no ha confirmado ni desmentido la situación de dichos trabajadores.

"Se ha decidido masivamente, con el 100 % de los votos favorables, que si el laudo no contempla la retirada de los despidos y las sanciones, la huelga irá adelante y se podría ampliar", ha subrayado Giménez. El asesor hace referencia al laudo de obligatorio cumplimiento que el árbitro designado por el Estado, Marcos Peña, debe hacer público este jueves, y que podría incluir la anulación de sanciones. Esta medida estaba incluida en la propuesta de la mediación de la Generalitat que los trabajadores rechazaron.

La nueva convocatoria de huelga se presenta el lunes ante el Departamento de Trabajo de la Generalitat, que a continuación deberá reunirse con las partes para intentar conciliar las posiciones. Giménez ha augurado "represalias masivas" si no se toman medidas para evitar nuevas sanciones, ya que a su entender Eulen ha echado el freno en sus intenciones de despedir a los trabajadores más combativos porque no quieren dar una mala imagen en los medios de comunicación.

La empresa tiene dos meses para efectuar estas sanciones y en Infojobs piden 100 vigilantes para el aeropuerto, con lo que los trabajadores preveen que "cuando ya mediáticamente se haya acabado, habrá más represalias". Giménez ha recalcado que la plantilla no reconoce el laudo, ya que a su entender no ha habido ningún incidente durante la huelga en los controles de seguridad del Prat que justifique los actos. En este sentido, ha apuntado que presentarán una denuncia ante el Tribunal Supremo (TS) porque consideran que se han "pisado" sus derechos laborales.

En paralelo, se llevará a la asamblea el laudo del árbitro Marcos Peña para que la plantilla pueda manifestarse. En caso de aceptar la propuestas, el conflicto laboral se dara por cerrado. "Si sale que no, haremos lo que la asamblea decida. El laudo es obligatorio mientras que no haya un juzgado que diga que no es legal. Lo que pasa es que las medidas que puedan tomar los trabajadores si no aceptan el laudo son diversas", ha zanjado el asesor.