Las hipotecas son una constante en la vida de los españoles. Vivimos en un país con una cultura bastante férrea acerca de la propiedad y cuando vamos llegando a una determinada edad, el término hipoteca empieza a usarse con frecuencia. Hipotecarse es la manera más viable de poder disfrutar de la propiedad de un piso. Adquirimos una deuda con el banco y ponemos al piso de aval, que iremos pagando con el paso del tiempo, con unos intereses derivados del préstamo que nos han realizado. La precariedad laboral y la situación económica mantiene en alerta al consumidor, que mira con miedo y recelo las cláusulas de estas hipotecas en las que muchas veces, escondido en otros términos, se esconde por ejemplo la tan temida cláusula suelo.

Esta cláusula suelo establece un interés mínimo a pagar aunque la suma del índice que se tome como referencia a la hora de realizar la hipoteca tenga un valor inferior al límite. Esto hace que no se puedan disfrutar de intereses más bajos, pese a que si tenemos nuestra hipoteca referenciada al Euribor y este baje, no paguemos menos. Se trata de una práctica abusiva y que suele esconderse con otros términos para que no sea tan fácil de detectar en el contrato, con el consabido engaño.

A día de hoy, en España son muchos los usuarios engañados que han estado pagando de más, que pese a tramitar reclamaciones y quejas, el banco hace oídos sordos. Sin lugar a dudas se trata de un problema bastante grave puesto que si ya de por sí el tener una hipoteca, supone apretarse el cinturón, estar pagando de más es algo que muchas veces, ha llevado a no poder hacer frente a la hipoteca, con los problemas que esto supone. En este sentido lo más recomendable que se puede hacer, es contar con un gabinete de abogados especialistas en este tema de la clausula suelo.

Estos gabinetes de abogados nos pueden asesorar antes de firmar cualquier hipoteca, tratando de buscar cualquier resquicio legal o cláusula disfrazada que pueda ser perjudicial para nosotros. Aunque se trate de una práctica que no está permitida, la lentitud con la que opera la justicia hace que podamos tardar muchos años en llegar a recuperar estos intereses. Esto desde luego, será algo que carezca de interés si a mitad del camino hemos perdido la hipoteca por el devengo de intereses que no hemos podido asumir.

Estos abogados tendrán mucho más peso a la hora de tratar con el banco y sabrán los procedimientos que se tienen que llevar a cabo, en cada caso en particular y actuarán mucho mejor que cualquier persona ajena al tema. Una hipoteca, se trata de un contrato a largo plazo y que tiene una importancia vital en la vida de una persona, por lo que firmar un contrato con el que nos sintamos seguros, es bastante importante. No hay nada mejor para despejar toda duda y arreglar cualquier problema, que contar con el consejo de los mejores, de esta manera, será mucho más fácil evitar caer en trampas o engaños.