Un estudio de diseño neerlandés presenta un dispositivo de cabecera que transforma los relatos oníricos en clips de vídeo de estética retro.
Al integrar grabación de voz, modelos de vídeo con inteligencia artificial y una carcasa impresa en 3D, Dream Recorder llega para materializar lo que durante siglos fue inasible: reproducir un sueño justo después de despertar. La propuesta, firmada por el estudio Modem y presentada este mes en los Países Bajos, coloca al usuario ante un portal a su propio subconsciente que puede ensamblar por cuenta propia.
Quien pulse el único botón del aparato, describa su sueño en cualquier idioma y espere unos segundos obtiene una versión visual ultrabaja en definición, pero rica en matices impresionistas. «Soñar es una de las raras experiencias que comparten todas las personas. Todos soñamos, lo que lo convierte en un territorio fascinante para explorar», recuerda Bas van de Poel, cofundador de Modem. El diseñador subraya que la diferencia con las aplicaciones de registro del sueño reside en que «no solo registra los sueños, sino que los traduce».
Tecnología a la mesilla
El dispositivo capta el audio, lo transcribe y lo envía a un modelo generativo que interpreta la narración. El resultado se muestra en la pequeña pantalla incorporada. Para reforzar el carácter nostálgico, el sistema combina el modelo de IA con un posprocesado mediante FFmpeg que añade texturas analógicas. «Por primera vez, contamos con herramientas capaces de moldear el subconsciente, convirtiendo lo invisible en algo que podemos ver», explica van de Poel.
Filosofía ‘hazlo tú mismo’
Modem libera tanto el código como la documentación del hardware. «Todo el dispositivo es de código abierto… Descarga todo de GitHub, reúne los componentes disponibles y móntalo tú mismo. No requiere soldadura», detalla el equipo. La carcasa brilla en la oscuridad y está diseñada para alojar siete vídeos, uno por noche, fomentando la reflexión diaria en lugar de la acumulación interminable de recuerdos.
El sueño como espejo del día
Un estudio publicado en Consciousness and Cognition en agosto de 2024 apuntaba que el contenido onírico podría influir en el comportamiento diurno, aunque la función exacta de los sueños siga sin esclarecerse. Dream Recorder ofrece al usuario una herramienta para explorar esa posible retroalimentación sin recurrir a pantallas repletas de notificaciones. «Al despertar, simplemente toca el dispositivo, expresa tu sueño en voz alta y observa cómo toma forma. Sin distracciones ni mensajes; solo un momento de tranquilidad para reconectar con tu subconsciente», concluye van de Poel.
Con su combinación de sencillez doméstica y sofisticación algorítmica, el aparato abre una puerta a nuevas formas de introspección tecnológica. La próxima vez que alguien despierte de un sueño memorable, tal vez disponga de una prueba tangible para compartir aquello que, hasta ahora, solo podía contarse con palabras.