Expertos muestran los pros y contras de la popular crema Nivea de lata azul tras una prueba dermatológica

Un ensayo con voluntarios demuestra un efecto humectante “bueno” tras dos semanas de uso, aunque la presencia de aceites minerales y su denso ungüento generan opiniones encontradas entre las consumidoras

Era cuestión de tiempo que el icono cosmético por excelencia pasara por el tamiz de los laboratorios independientes. Dermatólogos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) han probado, durante catorce días y en condiciones controladas, la clásica crema Nivea de lata azul. El objetivo era simple y directo: medir de forma objetiva cuánta agua retiene la piel tras aplicar el producto y conocer, de paso, la percepción real de quienes lo utilizan.

Método de análisis de la crema Nivea de lata azul

El protocolo arrancó con veinte voluntarios a los que se midió la hidratación del antebrazo mediante corneometría antes de cualquier aplicación. Luego, cada participante extendió la crema dos veces al día durante dos semanas en la zona designada, mientras otra área quedaba sin tratar y una tercera se cubría con una emulsión de referencia.

Comparar esas tres superficies permitió aislar la eficacia del cosmético frente a un patrón conocido. El resultado técnico fue positivo: la OCU califica la capacidad humectante de Nivea como “buena”, sin llegar al sobresaliente.

Opiniones de las usuarias sobre la textura y el aroma de la Nivea de lata azul

Para sumar la voz del usuario, treinta mujeres recibieron un envase enmascarado. Ignoraban su identidad, pero no pudieron evitar reconocer el aroma inconfundible cuando lo destaparon: casi todas lo describieron como “agradable” y “nostálgico”. No obstante, la historia cambia al hablar de textura.

La pomada, densa y opaca, se resiste a deslizarse y deja, en más de la mitad de las probadoras, la sensación de película grasa. Quienes tienen la dermis seca lo consideran un plus; las de cutis mixto o graso, una desventaja. En lo que sí coincidieron es en la suavidad y elasticidad que notan tras la aplicación: la piel se siente confortable durante horas.

Ingredientes de la crema Nivea de lata azul

El frasco guarda una fórmula austera y veterana. Predominan la parafina líquida y la cera microcristalina, dos aceites minerales derivados del petróleo cuya seguridad cutánea avala la legislación europea. Se suman lanolina, de origen animal, y los clásicos glicerina y pantenol como humectantes.

La crema carece de conservantes porque su propia composición impide el crecimiento microbiano, pero incorpora perfume con siete componentes alergénicos que conviene tener presentes en pieles sensibilizadas.

Conclusiones de la OCU

La OCU valora positivamente la transparencia del etiquetado, aunque critica la frase “compatibilidad dermatológica probada”: todos los cosméticos que llegan al mercado están obligados a ser seguros, de modo que la advertencia suena más a reclamo publicitario que a garantía adicional.

El estudio principal fue publicado el 24 de abril de 2025 en la sección Salud y Cosmética de la revista OCU, firmado por el equipo de expertos dermatológicos de la organización; puedes consultarlo en este enlace.

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