El hallazgo, fruto de un sondeo geotérmico, se convierte en el fósil de dinosaurio más antiguo y profundo localizado dentro de la capital de Colorado.
Bajo los pies de los visitantes, concretamente a 763 pies (unos 232 metros) de profundidad, el Museo de Naturaleza y Ciencia de Denver guardaba un secreto prehistórico. En enero, durante los ensayos para sustituir el gas natural por energía geotérmica, los técnicos perforaron una columna de roca de apenas 6,35 centímetros de diámetro y encontraron en su interior una vértebra parcial de un dinosaurio herbívoro datada en 67,5 millones de años. El descubrimiento, detallado el 1 de junio en Rocky Mountain Geology bajo el título «El dinosaurio más profundo de Denver», supone el fósil de dinosaurio más antiguo y profundo recuperado dentro de la ciudad.
El clima subtropical del Cretácico Superior
La muestra procede de una capa formada en el Cretácico Superior, cuando la región era un entorno subtropical cálido y húmedo cubierto de vegetación exuberante. Según explica James Hagadorn, conservador de geología del museo, la probabilidad de cortar un hueso en un testigo tan estrecho «es básicamente como ganar la lotería y que te caiga un rayo el mismo día».
Su colega Bob Raynolds, con 35 años de experiencia en la institución, califica el suceso de «nada menos que mágico».
Posibles candidatos: Thescelosaurus o Edmontosaurus
Aunque la especie exacta sigue sin identificarse, los paleontólogos sospechan que el animal pudo parecerse a Thescelosaurus o Edmontosaurus, frecuentes en la zona en aquella época. El núcleo muestra la transición de un cauce fluvial a un pantano y finalmente a un estanque, justo donde apareció el hueso. «¿Bebía aquel dinosaurio en esa orilla o se alimentaba de la vegetación cercana?», se pregunta Hagadorn al imaginar la escena.
Una exposición única en el mundo
La vértebra forma parte ahora de la exposición «Discovering Teen Rex», donde el museo la presenta como el único fósil de dinosaurio extraído de un testigo que puede contemplarse en todo el mundo. El hallazgo se suma a la larga tradición paleontológica de Colorado, donde desde 1993 han aflorado restos como la costilla que inspiró a la mascota Dinger de los Rockies o el Torosaurus más completo jamás descrito.
Para Hagadorn, lo ocurrido adelanta lo que todavía está por venir: «Esta zona es rica en fósiles y en yacimientos geológicos sin explotar. Nos esperan más descubrimientos».