Un mosaico del programa COSMOS-Web revela miles de galaxias a distintas distancias y épocas, iluminando la historia del universo en una sola mirada.
La imagen, obtenida recientemente por el telescopio espacial James Webb (JWST) y liderada por el equipo COSMOS-Web bajo la dirección del astrofísico Ghassem Gozaliasl (Universidad de Helsinki), cubre apenas 0,54 grados cuadrados del firmamento —el equivalente a más del doble de tres lunas llenas— y, sin embargo, contiene un catálogo asombroso de galaxias que abarcan casi toda la cronología cósmica. En el centro, un cúmulo fulgurante en tonos dorados actúa como un faro que no solo embellece la escena, sino que también deforma la luz de objetos aún más lejanos gracias a su inmensa gravedad.
Un viaje de miles de millones de años luz en un solo fotograma
La imagen combina datos infrarrojos del JWST con observaciones previas del Hubble y de telescopios de rayos X como Chandra y XMM-Newton, permitiendo a los científicos reconstruir la evolución de las galaxias desde la época de la reionización, poco después del Big Bang, hasta los cúmulos que pueblan el universo local. Al capturar luz que ha tardado miles de millones de años en llegar a nosotros, Webb actúa como una máquina del tiempo, mostrando cómo eran esas “ciudades estelares” cuando el universo tenía apenas una fracción de su edad actual.
Más de la mitad de las galaxias conocidas vive en agrupaciones donde la proximidad genera interacciones dramáticas: colisiones, fusiones y ráfagas de formación estelar. El conjunto central identificado por COSMOS-Web ofrece un laboratorio ideal para medir cómo la gravedad colectiva altera la forma, el gas y el futuro de cada miembro. Se ha observado, por ejemplo, el fenómeno de “desprendimiento por presión ram”, en el que el gas de las galaxias se arranca al atravesar el denso núcleo del grupo, ralentizando la creación de nuevas estrellas.
Colores que cuentan edades y una sinfonía de telescopios
En la imagen, los tonos azulados delatan poblaciones de estrellas jóvenes mientras que los rojizos revelan galaxias más antiguas y distantes. Esa paleta no es solo estética: permite calcular la tasa de formación estelar y estimar la edad de cada sistema. Cuanto más lejos —y por tanto, más antiguo— es un objeto, más se desplaza su luz al rojo, confirmando distancias que alcanzan decenas de miles de millones de años luz en línea de visión.
El éxito de COSMOS-Web se basa en la sinergia entre Webb, Hubble, Chandra y XMM-Newton. Mientras los detectores infrarrojos de Webb (como NIRCam) descubren galaxias que antes permanecían ocultas, los rayos X revelan nubes de gas ardiente atrapadas en los cúmulos, y el ultravioleta y visible del Hubble aportan detalles de las estrellas cercanas. Este enfoque multi-longitud de onda permite precisar la masa de las galaxias, la distribución de la materia oscura y las condiciones del gas intergaláctico.
Próximos pasos en la investigación
Con 255 horas de observación asignadas, COSMOS-Web seguirá ampliando el mapa de las primeras galaxias y refinará modelos sobre cómo la masa estelar se relaciona con la del halo oscuro que las envuelve. Los astrónomos esperan que el nuevo catálogo impulse estudios sobre la rapidez con la que las galaxias alcanzan la madurez y sobre el papel que juegan los entornos densos en su evolución.
El estudio oficial ha sido publicado en el Centro de Ciencias de la NASA, responsable del procesamiento de datos, análisis y archivamiento de imágenes astronómicas infrarrojas y misiones de astrofísica.