El nuevo mapa submarino de la NASA revela casi 100.000 montañas ocultas bajo el océano y sorprende a la comunidad científica

Un nuevo mapa de alta resolución, generado a partir de las mediciones del satélite SWOT (Surface Water and Ocean Topography) lanzado a finales de 2022, ha destapado casi 100.000 montañas submarinas antes desconocidas. El trabajo, liderado por el Instituto Scripps de Oceanografía en colaboración con la NASA, muestra cómo la teledetección espacial puede cubrir, en apenas tres semanas, cerca del 90 % de los océanos, una tarea que a la flota de barcos sonar le llevaría décadas.

La clave está en la gravedad. Cada monte submarino añade masa al fondo marino y ejerce una tracción extra sobre la superficie; basta una elevación de unos centímetros para que el altímetro de radar de SWOT la registre y revele la forma que se esconde a kilómetros de profundidad. El contraste con los métodos tradicionales es abrumador. Mientras un buque con sonar recorre franjas estrechas y costosas en tiempo y combustible, el satélite orbita sin descanso y ofrece una panorámica continua.

Aplicaciones estratégicas y económicas

El mapeo del fondo marino es clave tanto para las oportunidades económicas establecidas como para las emergentes, incluida la minería de minerales raros, la optimización de las rutas de navegación, la detección de peligros y las operaciones de guerra en el fondo marino”, destacó Nadya Vinogradova Shiffer en una nota de la NASA. La cartografía precisa no solo facilita el tendido de cables y la planificación de rutas navales; también aporta la base para modelos climáticos más fiables, al refinar la forma en que el relieve dirige corrientes que transportan calor y nutrientes por todo el planeta.

Oasis de vida en las profundidades

En las profundidades, esas corrientes chocan con paredes escarpadas y concentraciones de montes que actúan como auténticos oasis de biodiversidad. Los nutrientes se depositan en sus laderas, el plancton se multiplica y, en cadena, aparecen peces, corales de aguas frías y grandes depredadores. Localizar estos focos es esencial para proteger ecosistemas frágiles de la minería o la pesca de arrastre.

El relieve oculto de las colinas abisales

El equipo también ha logrado identificar colinas abisales, ondulaciones menores que cubren un 70 % del suelo oceánico y guardan la huella de la tectónica a lo largo de milenios. “Las colinas abisales son el relieve terrestre más abundante de la Tierra y cubren aproximadamente el 70 % del fondo oceánico”, recordó la investigadora Yao Yu en un artículo reciente. El patrón de esas crestas ayuda a reconstruir la historia geológica y a prever zonas sísmicas activas.

Próximo objetivo: completar la cartografía global

Este primer catálogo, elaborado tras solo un año de datos, deja claro el potencial de la misión. Los científicos planean ahora medir la profundidad exacta de cada estructura y afinar la resolución hasta el límite que permitan los instrumentos. Aunque completar la cartografía con sonar seguirá siendo una empresa lenta, la visión satelital acelera el camino hacia el objetivo de Seabed 2030: conocer con detalle todo el fondo marino antes de que termine la década.

Mientras tanto, las nuevas montañas se suman al atlas submarino y abren un capítulo inédito en la exploración del planeta azul. Con cada órbita, SWOT confirma que los océanos guardan secretos que solo la mirada desde el espacio puede revelar. Si quieres ver conocer más detalles, accede al estudio publicado en la revista Science.

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