Confirman un mundo 1,5 veces mayor que la Tierra con una densidad gemela y una estrella serena de fondo

Un planeta 1,5 veces mayor que la Tierra y con una órbita de solo siete días alrededor de una estrella tranquila se perfila como el mejor laboratorio natural para estudiar atmósferas rocosas fuera del Sistema Solar.

El 10 de febrero de 2025, un consorcio internacional encabezado por el astrofísico portugués José Rodrigues, del Instituto de Astrofísica e Ciências do Espaço de la Universidad de Oporto, confirmó en la revista Astronomy & Astrophysics la existencia de TOI-512 b.

La validación reúne la fotometría obtenida por la misión TESS de la NASA con 37 espectros de alta precisión registrados por el instrumento ESPRESSO, instalado en el Very Large Telescope del Observatorio Europeo Austral, capaz de detectar variaciones en la velocidad radial de la estrella de apenas unos centímetros por segundo.

Una supertierra compacta y rocosa

Los nuevos datos asignan al planeta un radio de 1,54 veces el de la Tierra y una masa de 3,6 masas terrestres, cifras que se traducen en una densidad media de 5,6 gramos por centímetro cúbico. Ese valor, muy similar al terrestre, apunta a un interior dominado por silicato y hierro con una envoltura gaseosa mínima.

La composición sitúa a TOI-512 b justo en el “valle de radios” que separa a los subneptunos ricos en volátiles de los mundos rocosos desnudos y ofrece una oportunidad única para decidir qué procesos esculpen ese hueco estadístico.

Una estrella brillante para una investigación precisa

La anfitriona, catalogada como TOI-512, es una enana K de magnitud 9,7: más fría que el Sol, pero estable y relativamente cercana. Su luminosidad moderada y la órbita compacta del planeta —apenas a 0,066 unidades astronómicas— facilitan la caracterización atmosférica mediante espectroscopía de tránsito.

Con la luz combinada de los cuatro espejos de 8,2 metros del VLT, ESPRESSO ha permitido afinar la masa del planeta con un margen de error inferior al quince por ciento.

Por qué merece la pena estudiarla

Cada parámetro bien medido de TOI-512 b reduce la incertidumbre en los modelos que explican la transición entre “neptunos en miniatura” y “tierras supermasivas”. Aunque el planeta está muy dentro de la zona habitable del sistema, su densidad extrema y la posible pérdida histórica de atmósfera ofrecen pistas sobre la durabilidad de entornos superficiales estables en mundos rocosos.

Colaboración global y tecnología de vanguardia

El éxito del estudio combina datos de fotometría espacial, espectroscopía terrestre y análisis estadístico bayesiano. Más de treinta instituciones europeas y americanas aportaron tiempo de telescopio, algoritmos y experiencia teórica, recordando que cada planeta confirmado es el resultado de miles de horas de trabajo compartido.

Próximos pasos

El equipo seguirá rastreando el sistema en busca de variaciones en los tránsitos que delaten compañeros planetarios adicionales y prolongará las campañas de velocidad radial para refinar posibles señales de largo periodo. La comunidad mira ya al telescopio James Webb, al futuro Extremely Large Telescope y a la misión europea ARIEL, que podrán buscar o descartar la presencia de gases pesados como sodio, potasio o dióxido de carbono en un mundo que, por primera vez, ofrece la posibilidad de estudiar una atmósfera casi inexistente con un detalle sin precedentes.

Con TOI-512 b, la astronomía exoplanetaria añade una pieza clave para comprender cómo se forjan los planetas rocosos y cuánto se parecen o se diferencian de la Tierra.

El estudio ha sido publicado en la revista Astronomy & Astrophysics.

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