Hasta 100 kilos de músculo, piel endurecida y un linaje ancestral son las cartas de presentación de Bagarius protos, la nueva especie de pez gato descrita el 24 de junio en Zoosystematics and Evolution por un equipo internacional que, tras dos décadas de expediciones, ha confirmado su presencia en varios ríos de la provincia china de Yunnan.
El hallazgo tras veinte años de expediciones
Entre 2004 y 2024, los investigadores Yu-Yang Zeng, Xin-Rui Pu, Hao-Tian Lei, Thaung Naing Oo y Xiao-Yong Chen exploraron una docena larga de cauces meridionales en busca de fauna acuática. Allí, una serie de bagres de aspecto “críptico” llamó su atención. Al principio los tomaron por ejemplares de una especie ya conocida, extendida por todo el sudeste asiático. Sin embargo, cuanto más medían esqueleto, aletas, colores y, sobre todo, comparaban ADN, más evidente resultaba que se encontraban ante un animal distinto: la divergencia genética superaba el 8 %, un margen suficiente para otorgarle rango propio.
Un depredador de fondo con armadura natural
Los ejemplares capturados alcanzaron 48 centímetros de longitud, pero los pescadores locales aseguraron haber levantado del lecho especímenes de hasta 100 kilos. Su cabeza es ancha, el hocico se prolonga hacia delante y los ojos, diminutos, parecen minúsculos periscopios clavados en el limo. La piel, rugosa y plagada de protuberancias, recuerda más a una coraza que al tegumento liso típico de otros bagres. El tono general es amarillo pálido moteado de gris, interrumpido aquí y allá por bandas poco definidas que lo camuflan entre cantos rodados y sedimentos.
Como buen Bagarius, este pez es un cazador de fondo: espera inmóvil a que la corriente acerque presas descuidadas. Durante años constituyó un bocado codiciado en la gastronomía local; los lugareños lo atrapaban con sedales de nailon anudados a rocas y revisados al amanecer.
El bagre “original” del árbol evolutivo
El nombre protos procede del griego «πρῶτος», “primero”, porque ocupa la posición más primitiva dentro del género Bagarius. Esa condición basal explica ciertas diferencias morfológicas: ojos algo mayores en relación al cráneo, aletas con contornos particulares y un esqueleto que conserva rasgos vistos solo en fósiles o en especies muy alejadas.
Distribución y futuro de la investigación
Por ahora, B. protos se ha localizado en varios ríos de la provincia de Yunnan, que comparte cuencas con Laos, Myanmar y Vietnam. El equipo anticipa que podría habitar también en Myanmar y Tailandia, aunque faltan campañas específicas que lo confirmen. Junto a este descubrimiento, los autores describen en el mismo trabajo una segunda especie nueva del género en Myanmar, señal de que los tributarios del Mekong aún guardan sorpresas para la ciencia.
De momento se desconocen su ciclo vital completo, sus tasas de crecimiento o su capacidad real de dispersión. Lo que sí resulta evidente es que, bajo las aguas turbias del sur de China, sobrevive un depredador de antaño cuyo linaje se remonta a los primeros pasos del grupo y que hoy reclama un lugar propio en la biodiversidad asiática.