La especie Cnemaspis basalticola, de apenas 7,6 centímetros, fue detectada en un acantilado de Maharashtra con los huevos claramente visibles a través de su vientre, un rasgo que la convierte en un hallazgo biológico excepcional.
Cuando el equipo formado por Akshay Khandekar, Tejas Thackeray, Ishan Agarwal, Satpal Gangalmale, Saurabh Kininge y Sunil Gaikwad emprendió en octubre la ascensión a los 975 metros del fuerte de Ratangad —un bastión medieval incrustado en la cordillera Kalsubai, a unos 1 300 kilómetros al suroeste de Nueva Delhi— no buscaba panorámicas, sino lagartijas. Y las encontró.
Tres ejemplares de aspecto desconocido, posados en la roca volcánica, revelaron la existencia de una nueva especie que hoy luce nombre propio: Cnemaspis basalticola, el “gecko enano del basalto”.
Características únicas del gecko enano de basalto
La descripción, publicada el 7 de junio en la revista Zootaxa, sitúa a este reptil dentro del grupo de los «enanos» por su talla máxima, 7,6 centímetros de la punta del hocico a la cola. Su cuerpo esbelto, las extremidades largas y las garras robustas se combinan con una coloración que varía del marrón verdoso deslucido al bronce, salpicada de espinas amarillas que se confunden con la pared de lava endurecida sobre la que vive.
Esa capacidad de camuflaje explica que la especie haya permanecido inadvertida en un paraje visitado durante siglos.
Huevos visibles y reproducción singular
El rasgo que más sorprendió a los zoólogos fue la visión directa de dos huevos perfectamente formados a través del vientre traslúcido de una hembra grávida. En la literatura herpetológica apenas se han descrito casos parecidos, de ahí que los autores subrayen la “ventana natural” que ofrece C. basalticola para estudiar la reproducción de los gecónidos.
A nivel genético, los análisis de ADN muestran una divergencia mínima del 10 % respecto a sus parientes más cercanos, suficiente para confirmar que se trata de una línea evolutiva independiente.
Hábitat exclusivo en formaciones de basalto
El nombre elegido combina el término latino basaltes (basalto) con el sufijo -cola (habitante), en alusión a las formaciones de lava negra que caracterizan el altiplano de Deccan y que sirven de único refugio conocido para la especie.
Hasta la fecha, ningún ejemplar ha sido hallado fuera de los muros y las cavidades artificiales del fuerte, lo que convierte al enclave en un microhábitat de alto valor para la conservación.
Importancia para la conservación de reptiles en India
En paralelo, la expedición describió otra especie endémica, el “gecko enano Kalsubai”, lo que refuerza la idea de que los riscos volcánicos del oeste de la India funcionan como islas biológicas donde la evolución opera a un ritmo acelerado. Los autores instan a iniciar medidas de protección que garanticen la supervivencia de estas criaturas discretas, pero esenciales para comprender la compleja historia natural del subcontinente.
Con cada nueva escalada, la fortaleza de Ratangad revela no solo su pasado, sino también —y sobre todo— el futuro científico que aún guarda entre sus grietas de basalto.
El estudio se publicó el 7 de junio de 2024 en la revista Zootaxa y los principales autores fueron Akshay Khandekar, Tejas Thackeray e Ishan Agarwal, junto a Satpal Gangalmale, Saurabh Kininge y Sunil Gaikwad