Verónica Echegui ha querido hablar sobre feminismo, placer y deseo en Este es el mood, programa digital de Badoo presentado por Armarna Miller. En él, la actriz ha partido de su propia experiencia para denunciar la violencia sexual a la que están sometidas las mujeres: "Si no lo hablamos, se queda estancado en aguas podridas". "A parte de múltiples situaciones de acoso, de violencia de muy diferentes tipos", indicaba, "he vivido dos agresiones sexuales en mi adolescencia".

"Naturalizar mi sufrimiento y lo que para mí fue aquello es importante, porque no hice nada malo", explicaba. Echegui ha recordado que no se encontraba "en un buen momento" y ha señalado los "escenarios en los que los depredadores sexuales aprovechan para utilizar tu miseria y abusar", de las mujeres. "Es lo que me ocurrió", indicaba.

La actriz ha querido hablar sobre su experiencia en Tótem Loba, un cortometraje escrito y dirigido por la actriz, en el que recrea parte de un episodio que vivió con 16 años. "Fui a unas fiestas de un pueblo de fin de semana, me lo estaba pasando increíble y descubro que esta tradición se lleva a cabo todos los años. Estoy muerta de miedo, huyendo de estos señores, que se visten de lobos persiguen a las chicas. Las cazan. Hasta que me encontré en un baño encerrada y ellos llamando a la puerta y yo liándome a hostias", contaba. "Dije no me van a coger. No me da la gana", explicaba a Amarna Miller sobre lo ocurrido.

Echegui criticaba igualmente la "nefasta" educación sexual recibida. "¿Quién tiene una buena educación sexual a día de hoy?", se preguntaba. "De pequeña, mis referentes eran mis amigas y el porno", lo que le llevaba a "pasarlo mal, mucha crisis y mucho malestar" al buscar qué era lo que le gustaba.

"Soy bisexual, pero con esos referentes no escuchaba lo que yo sentía, ni lo que quería ni conocía mi deseo", explicaba.

La actriz ha contado también como fue el momento en el que se puso las gafas moradas del feminismo. "¿Cómo no va a serlo alguien? Es ridículo", aseguraba.

Su conciencia, cuenta, le ha permitido "validar" sus "sentimientos, apetencias y necesidades". "He entendido que si no lo hago yo, no lo hace nadie", añadía. Eso sí, también ha sido crítica sobre la igualdad en España: "Se habla de feminismo, ¿pero dónde están los cambios estructurales reales?".