Corría el año 1974, pleno franquismo. Un cordobés de Cabra, paisano de Carmen Calvo, José Solís Ruiz, ministro secretario general del Movimiento, decía aquello que quedó como cita histórica de que lo que “España necesitaba era menos latín y más deporte”. Indicaba la inquina del franquismo a la cultura pero, en el fondo, casi un “avance” si se comparaba con la siniestra aseveración en 1936 de Millán Astray cuando, con los ojos vidriosos de odio y rabia, gritó en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca a Miguel de Unanumo ¡Abajo la inteligencia, viva la muerte!". Al menos el ministro valoraba la salud de los ciudadanos -entiéndase la ironía-.

El latín para el franquismo como ahora la cultura para los alumnos aventajados  de la dictadura, la nueva ultraderecha representada por Vox,  representaba la crítica, el pensamiento libre frente al único  la inteligencia  y la capacidad para intentar ser libres en lucha contra la autoridad del régimen totalitario.

“La Historia no se repite, pero rima”

La frase atribuida a Mark Twain y utilizada por  paleontólogo y codirector de las excavaciones de Atapuerca Juan Luis Arsuaga, “La Historia no se repite, pero rima”, podría valernos para entender el proceso de derechización y de volver a los ancestros azules del franquismo del Partido Popular en general y de la televisión pública andaluza que dirige cada vez más férreamente y a cada momento más controlada y dirigida a emitir sus mensajes favorecedores al partido.

“Ya es primavera en el Corte Inglés”, “Ya es otoño azul en el Canal Sur”

Y el que la historia si no se repite, pues rima o se asemeja, dejó clara huella ayer en la comisión del parlamento andaluz en la que se dio cuenta de la nueva programación de “temporada otoñal”. Y es tal la tonalidad que tintó la sala del Parlamento al oír el avance que recordó a las campañas de El Corte Inglés, aquella que anuncia que “Ya es primavera en el Corte Inglés”, en esta ocasión parafraseado en un “Ya es otoño azul en el Canal Sur”, “Azul oscuro casi negro” como el titulo de la película de los tres Premios Goya de 2006.

Y es que un otoño azul es el que se anunció en la comisión parlamentaria por parte de los rectores del ente público con nueva parrilla más cara, menos informativa, con mucha menos ofertas culturales, nula programación infantil, reducción de los documentales, aminoramiento, de nuevo otra vez, de la producción propia en beneficio de grandes productoras en su mayoría foráneas y sin arraigo en Andalucía.

Menos cultura pero más “jiji, jaja”

Suma y sigue con datos de la comparecencia: Los Informativos bajan del 35,96% en 2018 al 30,65% en 2020. Los programas culturales y divulgativos bajan del 48,12% en 2018 al 41,81%. Eso sí, sube el entretenimiento de un 11,01% al 17,56%. Es el mensaje de la derecha, “menos latín (cultura) y más entretenimiento, menos signos de identidad andaluza y más “jiji,jaja”. Y ¿cómo no? aumenta el doble de tiempo para programas religiosos y crece también el tiempo de los programas taurinos para reconfortar y tranquilizar a Vox, que la aprobación de los presupuestos están a la vuelta de la esquina y sin los votos de la extrema derecha no salen. Se mantiene el magazine de la mañana Hoy en día siendo irrelevante que su audiencia no remonte y que la productora se lleve 1.288.520,81 euros por cuatrimestre, habiendo grandes profesionales y medios en la casa para llevarla a cabo.

Bertín vuelve para repartir jamones a todo el mundo con mucho “cachondeo”

Pero no todo será azul. Aterriza Bertín Osborne con un nuevo programa que detraerá del presupuesto del ente público 1.264.341,82 euros. El programa “El show de Bertín” viene de la mano de la misma productora con la que trabaja en Mediaset. Su filosofía se atisba en las propias declaraciones del artista: “Vengo aquí a divertirme. Es un programa para el cachondeo, para reírnos y eso, sin ningún tipo de problema”. Y promete “regalar jamones a todo el mundo; esto no es un programa de chichinabo”. Muy buena tarjeta de presentación.

Y algo increíble como CCOO de la RTVA ha denunciado ya que se presentan programas sin definir y sin nombre, en algunas franjas horarias. Un hecho inédito que ratificó el portavoz socialista en la comisión de la RTVA: “Resulta llamativo el anuncio de un programa en el prime time sobre actualidad de los miércoles de producción propia y del que no se dan detalles… ¿Vuelve Mariló Montero? ¿Será otro show de análisis de la actualidad como los que antecedieron? Para echarse a temblar. Otro nuevo espacio para manipular a favor de la derecha y la extrema derecha como fue el debate 5.C de Mariló Montero”.

El portavoz socialista, Francisco Conejo ha afirmado que sorprende que esta nueva programación no haya tenido en cuenta factores claves como las pésimas audiencias que ha tenido Canal Sur Televisión en 2020. “Los datos de agosto son alarmantes. Un 7% en agosto, medio punto medio que julio y 1 menos que el año pasado. En todo el año, ningún mes ha sido capaz de llegar al 8%. La media de la cadena está cada día más cerca del 7%.”  Este es muy preocupante porque señala que se está  por debajo no solo de TV3, ETB, TVG y Aragón, incluso con menos audiencia de la muy modesta televisión de Asturias.

Bertín Osborne


“Al final, la radio sigue igual”: ¡Mal!

En la radio la programación de Canal Sur Radio es prácticamente la misma que la anterior temporada. Se mantiene la misma parrilla sin ningún cambio a pesar de que el último EGM, Canal Sur Radio había perdido 26.000 oyentes respecto a la anterior oleada y 101.000 respecto al mismo período del año anterior. Según Conejo si algo debería de haber hecho la radio es cambiar cosas, para ofrecer una alternativa y recuperar los niveles de audiencia. Especialmente de los programas que peor han funcionado, como sucede con las mañanas de Vigorra. El parlamentario socialista cree que además hay otras razones que seguramente justifican la caída de la audiencia como son “la inclinación/manipulación de los informativos y tertulias”.

Grandes productoras y precarización de las relaciones laborales

En toda esta relación de críticas a la nueva programación CCOO de las RTVA destacan la escasa representación de la diversidad andaluza (sociedad civil, movimientos sociales, etc.) y de los problemas sociales existentes y que preocupan a los andaluces y andaluzas. Subraya además que existe una “sobrerrepresentación religiosa (no de todas las religiones, claro) con la incorporación definitiva de la misa los fines de semana, a la programación ordinaria.” El sindicato da la voz de alarma en cuanto al aumento de la externalización de la programación. Cree que ello aumenta notablemente con la consecuente precarización y desregulación de las relaciones laborales. Se externaliza en favor de grandes productoras, con ninguna implicación en el territorio, ni con la generación de empleo, ni con la economía social.

Y una reflexión del sindicato para que se lo piensen los rectores, directores y conduttores de la RTVA que mantiene que los andaluces están castigando esta gestión, algo que se traduce en los datos nefastos de audiencia. Y esto es debido al abandono del Servicio Público que debemos prestar.

Y Vox haciendo palmas

Azul oscuro casi negro” porque oscuro, muy oscuro, casi negro, es el futuro de una televisión pública que, lejos de ahondar en las en las señas de identidad andaluza, la aleja. Lejos de integrar y rentabilizar a sus trabajadores y encomendarle labores como grandes profesionales que son, los destierra al confinamiento de las productoras ajenas a esta tierra. Lejos de recuperar audiencia con los graves momentos que se viven, pierde seguidores cada día. Lejos de ser plurales, son partidarios. Lejos de ser “La nuestra” cada día más “La de ellos” y lejos de rectificar, que es de sabios, perseveran en el error, que es de torpes. Y Vox haciendo palmas y fumándose un puro con sus toros, sus misas y su no cultura. Azul oscuro, negro, muy negro.