El escritor y periodista Juan José Millás ha sorprendido este viernes con el retrato que ha hecho de Rocío Monasterio, candidata de Vox a la Comunidad de Madrid. Millás ha titulado su columna en El País “pellizco de monja” y, entre sus líneas, hace una gran reflexión sobre la apariencia de la ultraderechista, así como de Santiago Abascal y de la propia formación verde.

“Las intervenciones públicas de Rocío Monasterio obedecen un poco a esta forma de hipocresía que el diccionario califica también de jesuítica. Vaya por Dios”, ha comenzado. Aunque sus argumentos han ido mucho más allá: “La candidata de Vox es capaz de venderte un piso sin cédula de habitabilidad al tiempo de entrecerrar los ojos maliciosamente y elevar las comisuras de sus labios en la sonrisa cómplice del que quiere decirte: ‘Firma rápido, que me lo quitan de las manos’”.

Y remarca que “tiene esos gestos, esas picardías, esa maldad que evoca la de un sector religioso capaz de arrebatar a un recién nacido del pecho de su madre para vendérselo a una familia bien, una familia de misa y comunión diarias”, añadiendo que “tiene un ojo en la represión y otro en el negocio”.

A partir de ahí, Juan José Millas entra a valorar a la propia formación política: “Vox es, en ese sentido, un nicho de mercado que ella y sus compañeros han sabido explotar. No necesitan tanto alcanzar el poder como que el poder los alcance a ellos”. Y, finalmente, recuerda el aspecto legionario de Santiago Abascal, sus constantes defensas al ejército y a los españoles: “Una monja y un legionario. Qué gran pareja para obtener votos de la retroespaña”.