Ania Iglesias fue una de las concursantes más queridas de la primera edición de ‘Gran Hermano’, que se convirtió en un fenómeno social y televisivo. La joven, que alcanzó la semifinal y llegó a disputarse la victoria con Ismael Beiro, ha aprovechado qel vigésimo aniversario de aquella edición para hacer un repaso cómo ha sido su vida tras su paso por el reality.

Precisamente lo ha hecho en la revista ‘¡Hola!’, donde ha recordado el calvario que vivió durante años por culpa de su enfermedad: la anorexia. Una enfermedad que padeció desde que tenía 20 años, aunque no fue hasta los 40 cuando decidió poner remedio con especialistas.

Además, Ania ha revelado los duros baches de salud por los que ha pasado en estos años como una tuberculosis pulmonar. En los últimos años se ha recuperado de un cáncer de útero que le impidió ser madre. Aunque, tal y como ella misma cuenta en la entrevusta, nunca se planteó ser madre.

Actualmente, Iglesias tiene 51 años y prepara su boda con Javier Fandiño. A lo largo de la extrensa entrevista ha indicado que sufrió malos tratos, por lo que no le es complicado ponerse en el lugar de Rocío Carrasco. “La comprendo perfectamente y me da pena que se la juzgue por no haberlo contado antes. Cuando escucho eso de echar en cara a las mujeres que son maltratadas que no denuncien me duele, no saben el terror que se siente. Te paraliza y te acostumbras al dolor, que es lo más triste que hay”, asegura.