Según el propio Presidente de la Corporación le explicó a sindicatos y consejeros, la denuncia del Convenio se hizo para "adaptarlo a la reforma laboral", y así lograr "una mayor flexibilidad". En medios laborales se considera que todo esto muy bien podría ser el comienzo de un proceso que acabará en la presentación de un nuevo ERE en la empresa. O cuando menos la salida de muchos trabajadores, lo que antes resulta prácticamente imposible, pero que la nueva legislación laboral permite.
El Comité General Intercentros (CGI) de RTVE, que se mostró extremadamente beligerante durante las presidencias de Luis Fernández y Alberto Oliart, ha reaccionado con tibieza ahora. Su presidenta, Elvira Larrea, se ha limitado, de momento, a declarar que la denuncia del convenio les ha producido "sorpresa", ya que se acordó en noviembre de 2011, y a explicar que a los trabajadores de RTVE ya contemplaba "flexibilizaciones" tanto en complementos salariales como en jornada laboral.
Mientras, en su comparecencia en el Congreso, González-Echenique, ha dicho que "no acepto" estar liderando una 'purga' en TVE y ha justificado la denuncia del convenio "en las disfunciones detectadas entre retribución recibida y trabajo realizado". Ha dicho que con sus medidas buscaba asegurar un "modelo más eficiente" y "sostenible en el tiempo" en un mercado televisivo que, según él, es "altísimamente competitivo".
En cuanto a los cambios que ha habido, en especial en los Servicios Informativos, González-Echenique los ha justificado como "algo normal cuando se cambia de temporada televisiva y radiofónica" y con un "criterio de estricta justicia laboral". También ha asegurado que RTVE seguirá buscando tener un liderazgo de audiencia pero "huyendo de estridencias y sensacionalismo", y, agresivo, ha dicho, "sin caer en los tonos de otras empresas". En este mismo sentido, ha dicho que los informativos van a ser "abiertos y plurales" y en los que se produzca "un debate tranquilo y riguroso".
En este diseño tan ideal, ha justificado también el regreso de las corridas de toros, porque hay que "reflejar con naturalidad un fenómeno que tiene una importancia social" indiscutible.