Tras el comienzo de las manifestaciones contra el Gobierno de Sánchez en el barrio de Salamanca, las protestas se han ido extendiendo por la geografía española y el ambiente es cada día más caldeado.

Ante la proliferación de dichas protestas y el riesgo que supone a la salud pública por permitir la rápida trasmisión del virus, la Fiscalía considera que la vigencia del estado de alarma "no constituye justificación jurídica apta y suficiente" para prohibir manifestaciones, si bien considera que en el caso de una pandemia como la actual es necesario ponderar los derechos en juego en cada convocatoria y tener en cuenta la protección de la salud ante las "numerosas incertezas que genera" el coronavirus, también valorando la evolución sanitaria y las medidas de flexibilización pautadas en el plan de desescalada.

A pesar de la encrucijada legal, parece evidente que las concentraciones multitudinarias provocan que el coronavirus se propague rápidamente. Y sobre esas concentraciones se ha referido un hombre a preguntas del programa de Cuatro, Todo es mentira.

El vecino de Leganés ha narrado que su mujer murió en IFEMA por coronavirus y que él también estuvo ingresado en el improvisado hospital. Según él, las concentraciones "son una vergüenza". "Como dejasen la libertad que quieren, esto iba a subir el triple. No se puede aguantar esto", ha añadido.