Se abre un nuevo capítulo en la serie que, desde hace un par de años, protagonizan la expresidenta andaluza, Susana Díaz, y el polémico doctor Jesús Candel, más conocido como 'Spiriman'.

Las noticias más recientes respondían a la indemnización que Candel tenía que pagar a Díaz después de que la Audiencia de Granada estimara el pasado mes de mayo que las palabras con la que el este se refirió a la política excedían "con mucho, lo que el ámbito de la libertad de expresion ampara".

La expresidenta de la Junta había acusado previamente a Candel de "incitación al odio". Algo que, según la parte ahora demandante, no tiene lugar, ya que al acusado se le estaba juzgando de "dos delitos de injuria y calumnia con publicidad”, por lo que sumarle el delito de odio no tiene otra intención que "confundir a la ciudadanía", al tratarse de "uno de los peores delitos que puede cometer el ser humano". Por estos hechos, 'Spiriman' reclama ahora a Díaz una indemnización de 6.823 euros por daños y prejuicios

El mismo hombre, considerado en sus inicios poco menos que un héroe civil por conseguir doblar el pulso a la Junta de Andalucía en su política hospitalaria para Granada merced a una serie de masivas movilizaciones impulsadas por él, fue en declive a raíz de publicar en sus redes sociales los insultos por los que se le acusó en primera instancia y que le llevaron a pagar 6.480 euros e indemnizar con otros 2.500 a la expresidenta andaluza. 

De los insultos a un trato polémico de la pandemia

Candel se refería a Susana Díaz como una "hija de puta" y dijo que pertenecía a una "organización criminal". De esta manera, la hacía responsable directa de unas amenazas que había recibido una mañana de unas amenazas que había recibido una mañana. El polémico doctor añadía: "Esto no se admite ya no tenéis vergüenza; sois unos mierdas, socialistas de mierda, nazis de mierda, no afrontáis la puta realidad..."

“Sé que ella no las hizo, porque no tuvo las narices de venir a la puerta de mi casa a pintarlas, aunque lo deseaba  pero la responsable de esto se llama Susana Díaz, la culpo a ella como instigadora de estas pintadas”, denunciaba. 

'Spiriman' no quedó exento de controversia, además de por este hecho, por sus acusaciones al Gobierno durante la pandemia, en las que defendía que el plan de desescalada era un plan "sin sentido" y que llevaría al país "a una verdadera ruina".

Pero no solamente contra el poder político, 'Spiriman' cargó también contra los farmacéuticos por el precio de las mascarillas alegando (sin pruebas) que él las había conseguido más baratas y calificando al coronavirus como "pollonavirus" o "virus de pacotilla". Previamente, había llamado a a los pacientes a escupir e insultar a los médicos "sinvergüenzas".