Un juzgado madrileño ha condenado a los paparazzi Diego Arrabal y Gustavo González a pagar 265.000 euros a Mariló Montero por las fotografías que estos sacaron de la periodista durante sus viajes a las Maldivas y Bora-Bora y 75.000 a la amiga que le acompañó en el segundo viaje.

Los fotógrafos sacaron las instantáneas sin consentimiento y saltándose el derecho a la libertad privada de la presentadora, algo que ha dado pie a una de las mayores indemnizaciones que se recuerda en nuestro país por faltar a la intimidad y el honor de una persona.

 

“No es periodismo”

El tema ha saltado a las principales tertulias de televisión, también a Sálvame como no podía ser de otra manera. Prácticamente todos los colaboradores, así como Paz Padilla, se han puesto del lado de la periodista y en contra de la justificación de González.

Una de las más críticas en este sentido ha sido María Patiño, que ha dictaminado que lo que hicieron sus compañeros “no es periodismo”. En el tono contundente que la caracteriza, y después de que González se defendiera tras escuchar las palabras de Montero, Patiño señalaba: “Lo importante de todo esto es que se filtra el contenido de las fotos (…). Hacer fotos dentro de un bungalow no es hacer periodismo!".

Cabe destacar que el argumento empleado por González es que ellos “son los dueños de la agencia”, pero asegura que ni él ni su compañero siguieron a la periodisata, ni hicieron las fotografías.

 "Se demuestra que yo no he hecho jamás ninguna de esas fotos. Ese reportaje nunca se puso a la venta, nunca vio la luz. Esas fotografías solo las tuvo el director de una revista y se las facilita a ella porque era colaborador de su programa. Es entonces cuando ella solicita medidas cautelares (…) Nosotros hemos preguntado en muchas ocasiones por qué ella no emprende medidas legales contra los fotógrafos”, sostenía en el programa de Telecino.

 

Paz Padilla prohíbe utilizar fotos suyas de Instagram

La sentencia ha provocado una oleada de opiniones y un huracán de decisiones. Una de las más llamativas en este caso es, por ejemplo, la de Paz Padilla. La presentadora del programa ha pasado a prohibir que se utilicen imágenes suyas de Instagram sin su consentimiento.

“A partir de ahora no doy consentimiento a nadie de que utilice imágenes mías de Instagram, y si no me voy a mover”, señaló tras consultar con la abogada Montse Suárez; y añadía: “Los personajes estamos atados de pies y manos con estas cosas porque no es nada fácil demandar, ir contra agencias o revistas, por eso celebro esta sentencia".

 

Kiko Hernández apoyó igualmente la sentencia a favor de Mariló Montero, siendo así el también paparazzi del espacio de Mediaset, Antonio Montero, el único que respaldó a su compañero: “El juez lo que considera privado, y es lo que considero alucinante, es que las vacaciones de una persona ya son un acto privado, algo que de lo que se ha lucrado siempre la prensa del corazón (…) Termina con la prensa del corazón, que ha vivido toda la vida de este tipo de reportajes vacacionales”, sentenciaba el debate.