Recientemente, el nieto del rey emérito, Froilán, ha sido visto en las calles de Madrid con su nuevo coche, un Audi valorado en 80.000 euros, junto a su hermana Victoria Federica. Los jóvenes han sido captados por la prensa en el preciso instante en el que Froilán descubría que su Audi Q3 Sportback rojo ya había recibido un regalo: una multa.

La familia real cuenta con un largo historial de coches de alta gama, con los que han tenido algún que otro percance, que ha suscitado la atención de la prensa.

Las últimas adquisiciones de los reyes

En la pasada visita de Felipe VI y la Reina Letizia a uno de los barrios más pobres de Sevilla, el de las Tres Mil Viviendas, asistieron al encuentro subidos a uno de sus vehículos, uno de los más cotizados del mercado dado su capacidad de blindaje: un Mercedes Benz Retail S.L.

Debido al Portal de Transparencia que debe cumplir la Casa Real respecto a estas cuestiones, el precio real de este vehículo no se reveló hasta el comienzo de este verano. Según el Parque Móvil del Estado, el automóvil está valorado en 454.500 euros (549.945 euros con impuestos).

Sin embargo, la familia real no contó con este coche para sus vacaciones en el Palacio de Marivent, en Mallorca, sino que se decantaron por el Audi RS 6, valorado en 140.280 euros, un deportivo también blindado.

El Rey Felipe IV y la Princesa Leonor llegando al Palacio de Marivent en Mallorca. EP

Los obsequios de Juan Carlos I y los “primeros pasos de motor” de Felipe VI

El “garaje” de la Casa Real está repleto de obsequios de marcas famosas como Audi o Lexus o de su propiedad. No obstante, “se cortó el grifo” de los regalos, dado que su uso se debía remitir a lo cotidiano o las tareas institucionales.

Como ejemplo, están los dos Ferraris que el rey emérito recibió de Emiratos Árabes, cedidos después a Patrimonio Nacional y por los que Hacienda recaudó casi 450.000 euros en una subasta. Parte de un parque móvil al que solo la familia podía tener acceso, aunque en términos estrictos no eran los propietarios de los vehículos.

La relación de  Felipe VI con los coches no ha sido ni mucho menos parecida a la de su padre, el cual tuvo un accidente de tráfico en 1990 en Baqueira-Beret con su hija Cristina de copiloto, conduciendo un Porsche 959, regalo de Javier de la Rosa y nueve empresarios más, uno de sus coches más preciados y que en su momento suscitó enormes críticas. 

Su hijo, por el contrario, ha optado por modelos más discretos. Según los primeros datos que se trasladaron a la prensa, el primer vehículo de Felipe VI fue un kart que le regaló la Escudería Universitaria de Barcelona antes de que recibiera la primera comunión, con el que se divertía en el exterior del palacio de la Zarzuela.

Pero su primer “coche oficial” fue un regalo de su padre, un Seat Ibiza ‘VIP’ un vehículo exclusivo e ilimitado para el entonces Príncipe de Asturias cuando, allá por 1984, Felipe cumplió 18 años.

Felipe VI en su primer coche, Seat Ibiza VIP. Fuente: El Español.
Felipe VI en su primer coche, Seat Ibiza VIP. Fuente: El Español.