Los constantes cambios en la política española han tenido un ganador claro, y no nos referimos a Pedro Sánchez o al PSOE, sino a Al Rojo Vivo, el programa que presenta y dirige Antonio García Ferreras que ha conseguido esta temporada los mejores resultados de su historia.

El curso pasado (2016/2017), el buque insignia de La Sexta cerró con 732.000 espectadores y una cuota media de 11,9%. En lo que llevamos de esta temporada, Al Rojo Vivo ha subido 1,2 puntos de share para marcar un 13,1% de cuota de pantalla y una media de 848.000 televidentes. Unos datos que se espera que sigan creciendo este año.

El debate sobre la moción de censura y el desafío independentista han sido los dos hitos que han permitido al espacio situarse como una marca informativa de primera clase. De hecho, la cobertura de los sucesos de Cataluña en octubre de 2017, hicieron alcanzar al programa picos de audiencia hasta entonces desconocidos. El especial Al Rojo Vivo: Objetivo Cataluña llegó a obtener un 28,1% de share.

Además, este repunte de audiencia ha llevado consigo mismo que programas de la competencia hayan tenido de cerrar, como es el caso de Las mañanas de cuatro, o se hayan tenido que conformar con unos resultados discretos, como es el caso de Ya es mediodía (Telecinco).