Quejas entre los periodistas chilenos por las formas en las que el Vaticano ha comunicado el informe con las conclusiones de la investigación sobre los abusos sexuales dentro de la Iglesia Católica y el papel encubridor de sus obispos, así como la decisión de los mismos de poner su cargo a disposición del Papa Francisco tras varios días reunidos con él.

Según han afirmado periodistas chilenos como John Müller y Nicolás Ríos, de la CNN, desde el Vaticano “no dejaron a la prensa transmitir en vivo” la rueda de prensa y pusieron “restricciones” a los periodistas para hacer su trabajo.

Müller ha llegado a asegurar que desde la Santa Sede se había amenazado con “retirarles las credenciales” de prensa.

Renuncia histórica de los obispos

Un total de 34 obispos de Chile fueron convocados desde el 15 al 17 de mayo para reunirse con el papa Francisco después de los graves errores y omisiones en la gestión de los casos de abusos, sobre todo en relación al caso de Juan Barros, acusado de encubrir al sacerdote Fernando Karadima.

“Queremos anunciar que todos los obispos presentes en Roma, por escrito, hemos puesto nuestros cargos en las manos el Santo Padre para que libremente decida con respecto a cada uno de nosotros”, dice la nota difundida por los obispos, y de la que se hace eco la prensa chilena.

El secretario general de la Conferencia Episcopal de Chile, el obispo Fernando Ramos Pérez y el obispo de San Bernardo, Juan Ignacio González Errázuriz, comparecieron ante la prensa para leer la declaración en la que quisieron "pedir perdón por el dolor causado a las víctimas y al pueblo de Dios y al país por nuestros graves errores y omisiones".