A Joan Manuel Serrat no le pega la crispación. Y ayer, en el programa de Pablo Motos lo volvió a demostrar, quitando hierro con elegancia a quienes le llamaron "facha" en las redes tras declarar que no votaría en el referéndum ilegal del 1-O. Si bien precisó que fue -entre otras razones-por estar en otro continente. "La única declaración que hice fue responder a una pregunta acerca de si iba a acudir a votar el día 1 de octubre". Explicó el cantante. "Entre otras cosas, yo no podía porque estaba en América y argumente por qué no podía". Sin embargo, eso no cayó bien en los simpatizantes del independentismo en las redes sociales. Aunque tampoco parece preocuparle mucho a Serrat: "a mi modo de ver [las redes] tienen menos representatividad de la que se otorgan".

Los insultos, expresión de irracionalidad

"Lo importante es lo que yo me sienta y no creo que sea un adjetivo compartido por la mayoría", razonó Serrat acerca de que le llamaran "facha". "Son expresiones fuera de lugar que no tienen más sentido que el demostrar la crispación y la pérdida del razonamiento".  

Para el autor de "Mediterráneo", lo importante es que Cataluña tenga pronto un gobierno que saque esa crispación del día a día: "Estoy preocupado como la mayoría por la falta de un gobierno que arranque con una legislatura que saque de la cotidianidad lo que ahora está para que se situe el día a día de los ciudadanos".