Si hay algo en lo que el Partido Popular tiene experiencia es en no dejar tirados en el camino a sus aliados. Que se lo digan al periodista Carlos Dávila, quien durante años dirigió La Gaceta, el periódico de Intereconomía. Su faceta más ultra provocó que le condenaran por llamar “cabrón” al juez Santiago Pedraz de la Audiencia Nacional y al frente del periódico, fue acusado “amarillismo periodístico” por un tribunal que sentenció a La Gaceta a pagar 120.000 euros a seis militantes de UPyD. Y, a pesar de todo, Dávila seguirá cobrando de la televisión pública española, que le ha contratado como tertuliano del Canal 24 Horas.

Lo ha anunciado la cuenta de Twitter de La Noche en 24 Horas, presentándole de repente entre su terna de tertulianos para el programa de la pasada noche. TVE le rescataba así de su propio baúl, después de su polémica contratación en febrero de 2016, cuando le adjudicaron un espacio de medicina por el que le pagaban 1.800 euros por programa.

Aquella contratación se hizo de tapadillo, de espaldas al Consejo de Administración aprovechando que era una adjudicación por debajo del medio millón de euros. El espacio, situado en La 2, ha estado emitiéndose durante tres temporadas, pero ahora ha llegado a su fin sin noticia de que se prorrogue para una cuarta emisión. Mientras tanto, Dávila tendrá hueco para opinar en el 24 Horas.

Dávila llegó a TVE de otra empresa pública, Enresa, encargada de gestionar residuos nucleares. Allí, como a otras personas de su confianza, le colocó María Dolores de Cospedal con el cargo de jefe de comunicación. Y se mantuvo en el cargo hasta que le salió la bicoca de TVE. De hecho, el contrató se cerró mientras seguía trabajando en Enresa y su presencia fue ocultada por TVE en las promociones durante bastante tiempo. Dávila ya pasó por la nómina de TVE durante la etapa de José María Aznar en el Gobierno, cuando no sólo participaba en Los Desayunos, sino que sustituyó a Isabel San Sebastián al frente del programa de entrevistas Tercer Grado.

Dávil dirigió el diario La Gaceta de Intereconomía desde su fundación. Antes había dirigido la revista Época, donde se vio rodeado de otra polémica judicial por decir que la infanta Elena y Jaime de Marichalar se habían separado por el “consumo ocasional de coca” de él, aunque el periodista acabó absuelto. No tuvo tanto éxito con sus insultos al juez Pedraz, al que llamó “cabrón” durante una tertulia de El Gato Al Agua.